Tegucigalpa. El futuro de los centros de triaje y estabilización para pacientes sospechosos o confirmados por covid-19 en el país es incierto, pues en los próximo días, según algunos coordinadores, muchos dejarán de dar el servicio a la población.
En 2020 se comenzaron a instalar los centros de triaje en diferentes municipios del país para dar atención oportuna a la población con síntomas del virus; en ese entonces se logró instalar 286 triajes, pero a la fecha el número se ha reducido a unos 200, según estimaciones del personal de la Secretaría de Salud.
3000 personas entre médicos generales, enfermeras auxiliares y profesionales, microbiólogos, técnicos de laboratorio, entre otros, laboran en los triajes.
40% se ha incrementado la llegada de personas con síntomas respiratorios que buscan atención en los triajes en los últimos días, dijeron los coordinadores.
La cantidad de centros podría seguir bajando, pues en lugares como Puerto Cortés, Omoa, Villanueva, San Pedro Sula, la capital y otras zonas, sus coordinadores anunciaron el cierre de sus operaciones a fin de año.
No obstante, la Secretaría de Salud analiza si los triajes continuarán abiertos a partir de enero.
Alcides Martínez, director de redes integradas de Salud, manifestó que están revisando el comportamiento y el impacto que podría tener la variante ómicron en el país para decidir sobre el futuro de los centros.
“Hasta ahorita estamos con esta propuesta hasta el 31 de diciembre, pero estamos reunidos para revisar cuál sería la conducta del virus, estamos analizando qué es lo que se va a hacer después del 31 de diciembre”.
Apuntó que muchos de los centros de triaje el financiamiento para su operatividad estaba asegurado hasta el 31 de diciembre.
“Pronto vamos a informar cómo quedaría, la propuesta nuestra es que no cerremos nada, sino que mantengamos dando las atenciones, porque lo que queremos es que no se reduzca más la respuesta”.
Señaló que de darse un cierre de los triajes sería en zonas donde el comportamiento del virus es bajo, hay poca transmisión y la demanda de pacientes en busca de atención es muy baja.
Traslado
Rony Antúnez, coordinador nacional de los triajes, explicó que los cierres que se están dando es porque los locales adonde se instalan no son gubernamentales y los encargados solicitan el espacio; sin embargo, se trasladan a otro lugar.
“Algunos centros de triaje funcionan en establecimientos que no son propiamente del Gobierno y los que se han trasladado en este momento es porque las personas encargadas de esos lugares están requiriendo de sus espacio físico”.
Aseguró que no se van a cerrar los triajes. Ante la poca llegada de pacientes a los centros de estabilización lo que se ha hecho es que se reduce el personal y son enviados a los centros de salud a dar apoyo a otras enfermedades, dijeron los entrevistados.
Para el secretario del Foro Nacional de Convergencia (Fonac), Omar Rivera, el cierre de triajes es una decisión errada, que puede pasar factura, pues con la inminente llegada de la variante ómicron y las fiestas de fin de año podría haber un repunte de casos y es necesario tener los centros de triaje y estabilización abiertos.
Rivera señaló que al acabarse los fondos del Gobierno para seguir financiando los triajes, muchas alcaldías tuvieron que usar sus propios fondos para seguir manteniendo el servicio, pero no todas lo hacen.
Sugirió que no se deben cerrar los centros, pero si Salud toma la decisión de hacerlo es necesario habilitar los centros de salud en cada comunidad para atender a los pacientes que lleguen con síntomas del covid-19.
“El covid-19 debe ser visto en los centros de salud así como se atiende el dengue y otras enfermedades”, dijo.
