El Proenovis (Programa Educativo para No Videntes) ya tiene su propio edificio para enseñar a leer y escribir a unas 90 personas que no cuentan con el sentido de la vista.
El edificio está ubicado en la aldea El Porvenir y servirá además como un internado para los alumnos de escasos recursos económicos que viven en comunidades alejadas.
Adolfo Sánchez Cálix, presidente de Proenovis, explicó que hace diez años no tenían un lugar fijo para impartir las clases, situación por la cual varios alumnos decidían retirarse de la formación académica.
“Es la lucha de una década, antes se daban clases en casas particulares y en los centros de salud, entonces empezamos a gestionar nuestra propia escuela”, dijo Cálix.
Entre los planes inmediatos de la organización está gestionar un autobús para transportar a los alumnos, ya que la escuela queda en las afueras del casco urbano. En el último año las instalaciones del Club de Leones de Comayagua habían sido el lugar donde se impartían las enseñanzas.
Los representantes de Jica (Agencia de Cooperación Internacional de Japón) les construyeron el edificio y el Fhis (Fondo Hondureño de Inversión Social) ayudó con las remodelaciones a un costo de 400,000 lempiras.
El Fhis además les donará el mobiliario.
“Primero identificamos los fondos y luego conseguimos el financiamiento de estos trabajos, con el propósito de que estas personas especiales tengan una lugar digno donde aprender”, manifestó Edgardo Martínez, ministro del Fhis.
