San Pedro Sula, Honduras.
Dos meses antes de cumplir un año de estar paralizada la construcción del nuevo centro penal, los trabajos fueron reanudados ayer por la empresa Evaluación Desarrollo Gestión (Edge).
El comité de la Tasa de Seguridad adjudicó y firmó el contrato de construcción del penal ubicado en La Acequia, Santa Bárbara a esa empresa, la que se hizo cargo desde ayer de la continuidad del proyecto.
Un equipo de LA PRENSA presenció, en exclusiva, el acuerdo de trabajo que se hizo en el sitio entre el Comité pro Construcción, la Tasa de Seguridad y la empresa ejecutora.
Francisco Cosenza, director del comité de la Tasa de Seguridad, informó que se creó un fideicomiso en Banco Atlántida para hacer los pagos de las obras de la granja penal. “Nosotros como Tasa vamos a estar alimentado este fideicomiso. Quienes van a estar en ese comité técnico de ese fideicomiso será monseñor Emiliani como representante de la fundación y un alto ejecutivo de la Tasa que aún no se define”, señaló.
Cosenza detalló que Edge hará los nuevos diseños que exige el
Instituto Nacional Penitenciario (INP) para garantizar la seguridad del penal y estará al frente de la construcción por medio de la subcontratación de las compañías que llevarán a cabo la edificación. “Esto se hizo para tener una cárcel de alto nivel y para acelerar el proyecto”.
Agregó que hasta la fecha, la Tasa de Seguridad ha desembolsado L132 millones. “A través de este fideicomiso garantizamos que no habrá más atrasos. En el momento que la Tasa de Seguridad con sus ingresos se quede corta para seguir construyendo, el banco ya tiene listo el dinero para prestar mientras se resuelve esa situación”.
Inicialmente el nuevo centro penal estaba valorado en L500 millones, pero con el nuevo diseño podría superar los L600 millones.
Luis Laínez, presidente de Edge, declaró que los diseños se están haciendo en conjunto con el INP y cumpliendo la normativa internacional de derechos humanos. “Realizaremos mejorías en el control de seguridad, en parte operativa y de rehabilitación que para ellos (el INP) es muy importante”, expresó.
Ramón Padilla, arquitecto de la empresa, pormenorizó que entre las obras inmediatas que ejecutarán en un término de cinco meses está una cerca en las casi 100 manzanas de tierras (4.1 kilómetros), cinco torreones perimetrales, aduanas de control y el inicio de módulos de prisión con pasillos de mantenimiento. Para esto la Tasa de Seguridad desembolsará L52 millones.
Seguridad
“Para que los primeros 1,356 privados de libertad sean trasladados puede tardar un máximo de dos años”. Añadió que con una segunda etapa de construcción se estaría llegando al traslado de cuatro mil reos. La cárcel tendrá siete dispositivos de seguridad, lo que la convierte en una prisión de máxima seguridad.
Monseñor Rómulo Emiliani, presidente del Comité, manifestó que la fundación continuará al frente de la construcción porque así se dispuso en un decreto presidencial.
“Pero estamos muy contentos porque con este fideicomiso garantizamos que la obra no se va a parar y que tendremos una prisión de primera”, dijo.
Dos meses antes de cumplir un año de estar paralizada la construcción del nuevo centro penal, los trabajos fueron reanudados ayer por la empresa Evaluación Desarrollo Gestión (Edge).
El comité de la Tasa de Seguridad adjudicó y firmó el contrato de construcción del penal ubicado en La Acequia, Santa Bárbara a esa empresa, la que se hizo cargo desde ayer de la continuidad del proyecto.
Un equipo de LA PRENSA presenció, en exclusiva, el acuerdo de trabajo que se hizo en el sitio entre el Comité pro Construcción, la Tasa de Seguridad y la empresa ejecutora.
Francisco Cosenza, director del comité de la Tasa de Seguridad, informó que se creó un fideicomiso en Banco Atlántida para hacer los pagos de las obras de la granja penal. “Nosotros como Tasa vamos a estar alimentado este fideicomiso. Quienes van a estar en ese comité técnico de ese fideicomiso será monseñor Emiliani como representante de la fundación y un alto ejecutivo de la Tasa que aún no se define”, señaló.
| Unos 30 ingenieros y arquitectos estarán al frente de los trabajos de construcción. Fotos y video: Wendell Escoto
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Agregó que hasta la fecha, la Tasa de Seguridad ha desembolsado L132 millones. “A través de este fideicomiso garantizamos que no habrá más atrasos. En el momento que la Tasa de Seguridad con sus ingresos se quede corta para seguir construyendo, el banco ya tiene listo el dinero para prestar mientras se resuelve esa situación”.
Inicialmente el nuevo centro penal estaba valorado en L500 millones, pero con el nuevo diseño podría superar los L600 millones.
Luis Laínez, presidente de Edge, declaró que los diseños se están haciendo en conjunto con el INP y cumpliendo la normativa internacional de derechos humanos. “Realizaremos mejorías en el control de seguridad, en parte operativa y de rehabilitación que para ellos (el INP) es muy importante”, expresó.
Ramón Padilla, arquitecto de la empresa, pormenorizó que entre las obras inmediatas que ejecutarán en un término de cinco meses está una cerca en las casi 100 manzanas de tierras (4.1 kilómetros), cinco torreones perimetrales, aduanas de control y el inicio de módulos de prisión con pasillos de mantenimiento. Para esto la Tasa de Seguridad desembolsará L52 millones.
 Las cuadrillas comenzaron ayer a limpiar el terreno.
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“Para que los primeros 1,356 privados de libertad sean trasladados puede tardar un máximo de dos años”. Añadió que con una segunda etapa de construcción se estaría llegando al traslado de cuatro mil reos. La cárcel tendrá siete dispositivos de seguridad, lo que la convierte en una prisión de máxima seguridad.
Monseñor Rómulo Emiliani, presidente del Comité, manifestó que la fundación continuará al frente de la construcción porque así se dispuso en un decreto presidencial.
“Pero estamos muy contentos porque con este fideicomiso garantizamos que la obra no se va a parar y que tendremos una prisión de primera”, dijo.
 Albañiles trabajando en el exterior de un módulo.
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