San Pedro Sula, Honduras.
Hace más de ocho meses que la construcción del nuevo centro penal está paralizada, lo que causaría que la primera fase no esté lista este año.
Un equipo de LA PRENSA se trasladó hasta La Acequia, Santa Bárbara, adonde constató que los trabajos están detenidos. El lugar luce abandonado, la maleza ha crecido desmesuradamente y la caseta de venta de comida se mantiene cerrada ante la falta de trabajadores.
Monseñor Rómulo Emiliani, presidente del comité proconstrucción, declaró ayer que aunque están en rediseño los planos iniciales de la obra a pedido del Instituto Nacional Penitenciario, el factor principal de la paralización es la falta de fondos, ya que el Gobierno no ha hecho más desembolsos de la Tasa de Seguridad.
“Necesitamos 160 millones de lempiras para terminar la primera fase”, manifestó.
Entre las áreas que fueron agregadas en los diseños está el centro de aduana, es decir, la entrada principal al centro penal para el ingreso de las visitas del privado de libertad, de los policías y del personal administrativo. Además áreas para la visita conyugal y familiar.
La preocupación de Emiliani dista mucho del optimismo expresado por el director presidencial de Gestión por Resultados, Luis Suazo, quien aseveró que ya se ha adjudicado y firmado el contrato de construcción y que las obras podrían iniciar en los próximos días porque ya no dependerá del flujo de caja de la
Tasa de Seguridad.
El presupuesto total de la obra era de L450 millones, de los cuales L225 millones corresponden a la primera fase.
Hasta la fecha, el presupuesto para finalizar la primera parte se incrementó en L60 millones más.
Préstamo
Emiliani afirmó que debido al atraso que ha habido en la construcción, la primera fase del proyecto no terminaría este año. Aún faltan por finalizar dos módulos, la instalación eléctrica, los campos de juego y los talleres, entre otros. “La población penitenciaria está creciendo mucho, necesitamos trasladar a esos presos que están hacinados”, dijo al referirse a los 2,900 reos que están en el centro penal del barrio Cabañas y que tiene capacidad para 800. El prelado indicó que ante el incumplimiento del Gobierno piensan buscar financiamiento privado en forma de préstamo para concluir de una vez por todas el nuevo centro penal.
Osmín Bautista, quien está apoyando en la supervisión del proyecto, manifestó que una firma experta en el tema está haciendo las modificaciones del diseño, el cual se prevé que esté listo en agosto. “No me puedo extender mucho porque tengo un contrato de confidencialidad, por eso no puedo dar muchos detalles de lo que se está haciendo”, expresó.
Hace más de ocho meses que la construcción del nuevo centro penal está paralizada, lo que causaría que la primera fase no esté lista este año.
Un equipo de LA PRENSA se trasladó hasta La Acequia, Santa Bárbara, adonde constató que los trabajos están detenidos. El lugar luce abandonado, la maleza ha crecido desmesuradamente y la caseta de venta de comida se mantiene cerrada ante la falta de trabajadores.
Monseñor Rómulo Emiliani, presidente del comité proconstrucción, declaró ayer que aunque están en rediseño los planos iniciales de la obra a pedido del Instituto Nacional Penitenciario, el factor principal de la paralización es la falta de fondos, ya que el Gobierno no ha hecho más desembolsos de la Tasa de Seguridad.
“Necesitamos 160 millones de lempiras para terminar la primera fase”, manifestó.
Entre las áreas que fueron agregadas en los diseños está el centro de aduana, es decir, la entrada principal al centro penal para el ingreso de las visitas del privado de libertad, de los policías y del personal administrativo. Además áreas para la visita conyugal y familiar.
 La maleza ha cubierto buena parte del predio.
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El presupuesto total de la obra era de L450 millones, de los cuales L225 millones corresponden a la primera fase.
Hasta la fecha, el presupuesto para finalizar la primera parte se incrementó en L60 millones más.
Préstamo
Emiliani afirmó que debido al atraso que ha habido en la construcción, la primera fase del proyecto no terminaría este año. Aún faltan por finalizar dos módulos, la instalación eléctrica, los campos de juego y los talleres, entre otros. “La población penitenciaria está creciendo mucho, necesitamos trasladar a esos presos que están hacinados”, dijo al referirse a los 2,900 reos que están en el centro penal del barrio Cabañas y que tiene capacidad para 800. El prelado indicó que ante el incumplimiento del Gobierno piensan buscar financiamiento privado en forma de préstamo para concluir de una vez por todas el nuevo centro penal.
Osmín Bautista, quien está apoyando en la supervisión del proyecto, manifestó que una firma experta en el tema está haciendo las modificaciones del diseño, el cual se prevé que esté listo en agosto. “No me puedo extender mucho porque tengo un contrato de confidencialidad, por eso no puedo dar muchos detalles de lo que se está haciendo”, expresó.
