Como una nieta cariñosa, amable y muy atenta recuerda doña Adela Aguilar a su nieta Adela Ramírez una de los catorce hondureños identificados que fallecieron asfixiados en el contenedor de una rastra en San Antonio, Texas en busca de llegar a Estados Unidos.
Destrozada doña Adela pide volver a ver el cuerpo de su querida nieta y darle una cristiana sepultura.
“Así es la vida, se puede velar a la niña aquí si ella es hija mía. Ella no se puede quedar allá deben de compadecerse de esta viejita como sufrió por su hija y quiere que su hija venga a quedar aquí”, dijo a HCH, doña Adela Aguilar.
Entre lágrimas la abuelita recordó los momentos felices que pasó junto a su nieta.
Según sus familiares en Cuyamel, Omoa, Adela emprendió este viaje en busca de reencontrarse con su madre y hermanas en Estados Unidos.
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La infortunada joven vivía en la colonia 26 de febrero en Cuyamel, junto a su madre y hermanas pero estas también migraron hacia Estados Unidos, quedando sola en el hogar lo que la motivó también a emprender el viaje.