Playa, música y rica comida le esperan en El Triunfo de La Cruz

El Triunfo de La Cruz, Honduras.

La comunidad garífuna El Triunfo de La Cruz es una verdadera joya natural por encontrarse dentro del Parque Nacional Punta Izopo, a 7 kilómetros de Tela, Atlántida. El desvío está a mano izquierda en la carretera CA-13 que conduce a La Ceiba. Su gente mantiene vivas sus costumbres: bailes, idioma, música, bebidas y comidas típicas.

Uno de los pobladores nativos y muy famoso en la zona es Ceferino Norales, ya que por muchos años se ha dedicado a la elaboración de tambores y maracas. Su producto lo compran desde todas partes de Honduras y EUA. Ha recibido importantes reconocimientos por su aporte a la cultura garífuna, uno de ellos es el Premio Nacional de la Herencia Africana en Honduras en su edición número XIII, otorgado por el Gobierno de Honduras, entre otros más.

Sus bellas playas de arena morena encantan a todos los turistas que la visitan. Aceite de coco “La Negrita”, a la venta en Rest. Colón y en San Pedro Sula llamando al 8874-6751.

Las tabletas de coco las venden en la orilla de la playa o negocios de la zona. El lugar cuenta con 13 restaurantes y ocho negocios que le brindan acogedoras cabañas. En la gráfica, un delicioso pescado frito de Cabañas y Restaurante Colón. Aceite de coco La Negrita, a la venta en Restaurante Colón y en San Pedro Sula llamando al 8874-6751. Las tabletas de coco que las puede encontrar en la orilla de la playa o negocios de la zona. Y el guiffity Gualante de don Ceferino Norales.

También cuenta con un laboratorio de guiffity, un trago especial asociado con la comunidad garífuna que toma nombre de la palabra de esta misma lengua para “amargo”. Su guiffity lleva por nombre Gualante.

El proceso de elaboración del pan de coco lleva cuatro horas. En Panadería La Lucha se vende pan de coco desde tempranas horas del día. En días normales preparan de 30 a 35 libras de harina para hacer el pan y en Semana Santa de 100 a 200 libras. El proceso de elaboración lleva cuatro horas.

Es un destino turístico difícil de olvidar por sus bellas playas, el trato amable de su gente y su exquisita gastronomía garífuna.

Entre los platillos sabrosos destaca el pan y tableta de coco, comidas con mariscos que van desde sopas marineras acompañadas con machuca y pescado frito.

Por ser zona turística, muchos de sus habitantes sobreviven de este rubro. Es común que ofrezcan el servicio del peinado de trensas. En este lugar encontrará la población garífuna más grande de Honduras y Centroamérica que aún conserva su lengua y demás tradiciones.