No solo los adultos con insuficiencia renal sufren el calvario de no recibir a tiempo sus hemodiálisis.
La vida de 30 menores con la enfermedad peligra ya que por falta de pago al personal de enfermería en el Hospital Escuela universitario, los menores no fueron sometidos a su tan necesaria sesión de tratamiento.
Los infantes ayer tuvieron que sufrir su terrible malestar por falta de hemodiálisis.
Lo más indignante es que esta vez no se trató de falta de medicamento, sino de la falta de pago a dos enfermeras encargadas de la aplicación del tratamiento.
“No hubo hemodiálisis, estamos desesperadas y preocupadas porque nuestros niños dependen de esas máquinas”, manifestó Odalis Cruz, madre de un menor de 16 años.
La hemodiálisis permite limpiar la sangre de las toxinas que el mismo cuerpo produce y que se acumulan luego de un fallo renal que impide expulsar estos contaminantes por la orina.
Roberto Esquivel, director del centro, explicó que el pago de este personal corría por cuenta de la empresa Dicosa, mediante un acuerdo obtenido por la administración anterior.
Señaló que a partir de ahora será el hospital el que asuma el pago de estas enfermeras para que se brinde el servicio sin ningún tipo de interrupciones.