San Pedro Sula, Honduras.
Varias calles de los barrios El Centro, Concepción y Medina están a punto de desaparecer para los conductores bajo las sombrillas y tenderetes de cientos de vendedores.
Desde diciembre pasado, unos 800 vendedores más saturan las calles y avenidas, situación que preocupa a autoridades y hasta dirigentes.
Aunque la expansión de buhoneros es un problema de años, desde inicios de 2016 la situación se ha salido de control.
Un ejemplo claro es el cierre casi completo de la 6 calle, 1, 4 y 5 avenidas de Medina. Además, de la 2 calle, entre 1 y 2 avenidas del barrio Concepción.
Los vendedores estacionarios apenas han dejado un reducido espacio para que con dificultad los vehículos pequeños pasen. En el caso de los camiones, circular es todo un reto. Los cables, las sombrillas, la mercadería y hasta rótulos hacen que ir de un lugar a otro sea preocupante. “Uno no puede pasar, pero si se atreve tiene que hacerlo con cuidado, porque si se le viene una sombrilla o algún zapato o camisa, es problema serio. Lo escapan de linchar los vendedores a uno”, contó un conductor de taxi, que prefirió omitir su nombre.
Jorge Rodríguez, director de Tránsito, dijo que las calles y avenidas de esta parte de Medina, Concepción y El Centro son las de mayor congestionamiento vehicular, ya que la aglomeración de vendedores hace que la circulación sea tan lenta y causa desesperación en los motoristas, sobre todo en horas pico.
“Hay conductores que se enojan, porque pasan bastante tiempo en el tráfico o que no pueden pasar rápido por los puestos”, indicó.
Rodríguez manifestó que tienen denuncias de peatones que han sido atropellados por conductores por el poco espacio de la calle.
Las asociaciones de vendedores estiman que hay más de 12 mil vendedores en las calles y anualmente se suman al menos 500.
Pedro Barquero, director ejecutivo de la
Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), dijo que la ciudad urge de un ordenamiento, el cual solo se hará realidad una vez que los vendedores sean reubicados en un lugar digno.
“Las aceras de la ciudad no son para ejercer el comercio, son para que los peatones puedan caminar”, enfatizó.
Barquero señaló que la imagen es afectada con la saturación de mercaderes y las empresas de comercio que están en la formalidad y tributan.
Añadió que es preciso que la alcaldía concilie y encuentre una solución.
Claudia Pineda, líder de una asociación de vendedores dijo estar sorprendida con la “ineficiente labor” de la dirección de Abastos y Mercados, ya que “cualquiera agarra una carpa y se pone en cualquier esquina”.
Pineda resiente que pasen los años y la tan soñada reubicación de vendedores esté cada vez más lejos.
“Solo ahorita en Navidad se quedaron más de 800 vendedores nuevos”.
Varias calles de los barrios El Centro, Concepción y Medina están a punto de desaparecer para los conductores bajo las sombrillas y tenderetes de cientos de vendedores.
Desde diciembre pasado, unos 800 vendedores más saturan las calles y avenidas, situación que preocupa a autoridades y hasta dirigentes.
Aunque la expansión de buhoneros es un problema de años, desde inicios de 2016 la situación se ha salido de control.
Un ejemplo claro es el cierre casi completo de la 6 calle, 1, 4 y 5 avenidas de Medina. Además, de la 2 calle, entre 1 y 2 avenidas del barrio Concepción.
Los vendedores estacionarios apenas han dejado un reducido espacio para que con dificultad los vehículos pequeños pasen. En el caso de los camiones, circular es todo un reto. Los cables, las sombrillas, la mercadería y hasta rótulos hacen que ir de un lugar a otro sea preocupante. “Uno no puede pasar, pero si se atreve tiene que hacerlo con cuidado, porque si se le viene una sombrilla o algún zapato o camisa, es problema serio. Lo escapan de linchar los vendedores a uno”, contó un conductor de taxi, que prefirió omitir su nombre.
| Los peatones y conductores se pelean el derecho de vía debido a la infinidad de puestos que han ocupado casi toda la arteria.
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“Hay conductores que se enojan, porque pasan bastante tiempo en el tráfico o que no pueden pasar rápido por los puestos”, indicó.
Rodríguez manifestó que tienen denuncias de peatones que han sido atropellados por conductores por el poco espacio de la calle.
Las asociaciones de vendedores estiman que hay más de 12 mil vendedores en las calles y anualmente se suman al menos 500.
| Los vendedores comienzan con pequeños negocios y luego los van ampliando hasta cubrir casi toda la calle.
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“Las aceras de la ciudad no son para ejercer el comercio, son para que los peatones puedan caminar”, enfatizó.
Barquero señaló que la imagen es afectada con la saturación de mercaderes y las empresas de comercio que están en la formalidad y tributan.
Añadió que es preciso que la alcaldía concilie y encuentre una solución.
Claudia Pineda, líder de una asociación de vendedores dijo estar sorprendida con la “ineficiente labor” de la dirección de Abastos y Mercados, ya que “cualquiera agarra una carpa y se pone en cualquier esquina”.
Pineda resiente que pasen los años y la tan soñada reubicación de vendedores esté cada vez más lejos.
“Solo ahorita en Navidad se quedaron más de 800 vendedores nuevos”.
| Debido a esto se han generado atropellamientos, asegura Tránsito.
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