El Progreso, Honduras.
El largo verano que se presenta en la costa norte, en este municipio y resto del departamento de Yoro, está pasando factura en las montañas de la zona. Los incendios forestales están a la orden del día y la reserva Mico Quemado no se ha salvado de los depredadores.
Las unidades del Cuerpo de Bomberos se mantienen en alerta para atender los llamados de la población y miembros de los departamentos municipales ambientales del sector cuando se presenta una quema en su zona.
“En lo que va de 2016 hemos atendido más de 20 incendios, estos se incrementaron en abril, en estos momentos la situación se torna delicada, pues en el día se logra ver en la montaña Mico Quemado una buena cantidad de humo que sale de los predios a los que los mismos propietarios de terrenos les meten fuego”, informó José Posas, jefe de operaciones del Cuerpo de Bomberos de El Progreso.
Unos 40 bomberos operan en la Perla del Uúa y ellos son los encargados de trasladarse a los lugares adonde se presentan las emergencias; en la mayoría de las ocasiones estos ayudan a frenar el avance del fuego cuando amenaza propiedades y cultivos.
El apagafuego explicó que mantienen listas seis unidades contra incendios, dos ambulancias y dos carros para transportar personal.
Lamentó no contar con el equipo necesario para llegar a las quemas que se presentan en lo alto de la montaña, no les queda más que ver cómo las llamas acaban con la vegetación de la reserva y refugio de vida silvestre.
En Mico Quemado nacen 24 fuentes de agua que abastecen a miles de progreseños y pobladores de los municipios de Santa Rita y El Negrito.
Similar situación se vive en Morazán, Yoro, entre otras zonas de este departamento adonde la mano criminal del hombre continúa acabando con los recursos naturales.
Al igual que sus homólogos de El Progreso, los de la Ciudad de la Lluvia de Peces también hacen enormes esfuerzos por apagar los incendios que se dan en la zona.
Uno de los lugares que se ve amenazado es el parque nacional Pico Pijol ubicado al sur de Morazán, militares han reforzado la vigilancia en ese lugar para evitar el ingreso de extraños que puedan causarle daño.
Las autoridades municipales esperan que en los próximos días llueva para que todo se apague y se conserven las fuentes de agua que cada día siguen bajando su caudal.
El largo verano que se presenta en la costa norte, en este municipio y resto del departamento de Yoro, está pasando factura en las montañas de la zona. Los incendios forestales están a la orden del día y la reserva Mico Quemado no se ha salvado de los depredadores.
Las unidades del Cuerpo de Bomberos se mantienen en alerta para atender los llamados de la población y miembros de los departamentos municipales ambientales del sector cuando se presenta una quema en su zona.
“En lo que va de 2016 hemos atendido más de 20 incendios, estos se incrementaron en abril, en estos momentos la situación se torna delicada, pues en el día se logra ver en la montaña Mico Quemado una buena cantidad de humo que sale de los predios a los que los mismos propietarios de terrenos les meten fuego”, informó José Posas, jefe de operaciones del Cuerpo de Bomberos de El Progreso.
Unos 40 bomberos operan en la Perla del Uúa y ellos son los encargados de trasladarse a los lugares adonde se presentan las emergencias; en la mayoría de las ocasiones estos ayudan a frenar el avance del fuego cuando amenaza propiedades y cultivos.
El apagafuego explicó que mantienen listas seis unidades contra incendios, dos ambulancias y dos carros para transportar personal.
Lamentó no contar con el equipo necesario para llegar a las quemas que se presentan en lo alto de la montaña, no les queda más que ver cómo las llamas acaban con la vegetación de la reserva y refugio de vida silvestre.
En Mico Quemado nacen 24 fuentes de agua que abastecen a miles de progreseños y pobladores de los municipios de Santa Rita y El Negrito.
Similar situación se vive en Morazán, Yoro, entre otras zonas de este departamento adonde la mano criminal del hombre continúa acabando con los recursos naturales.
Al igual que sus homólogos de El Progreso, los de la Ciudad de la Lluvia de Peces también hacen enormes esfuerzos por apagar los incendios que se dan en la zona.
Uno de los lugares que se ve amenazado es el parque nacional Pico Pijol ubicado al sur de Morazán, militares han reforzado la vigilancia en ese lugar para evitar el ingreso de extraños que puedan causarle daño.
Las autoridades municipales esperan que en los próximos días llueva para que todo se apague y se conserven las fuentes de agua que cada día siguen bajando su caudal.