11/12/2024
01:41 AM

'La Democracia Cristiana se dará el tiro de gracia por sí sola”

  • 08 mayo 2016 /

A sus 16 años escribió un libro de poemas; escribir es una de sus actividades más constantes, dice.

San Pedro Sula, Honduras

Se considera un eterno enamorado de la vida. Augusto Cruz Asensio es uno de los diputados por el Partido Democracia Cristiana (DC) en el Congreso Nacional; pero dejó de militarlo por no cumplir con sus expectativas para interpretar la realidad nacional.

El parlamentario habló sobre su nuevo proyecto político denominado, Va Movimiento Solidario (Vamos), el cual entrará como una nueva alternativa para los hondureños.

¿Cuál es su ascendencia?

Nací en Tegucigalpa en el hospital La Policlínica; soy hijo de madre española, Matilde de Asensio, y mi padre hondureño que ya falleció, Braulio Cruz Amador, quien era abogado y fue a España a estudiar y allá conoció a mi mamá con quien se casó y vivieron en Honduras.

¿Adónde estudió?

Estudié en el instituto San Francisco, luego estuve en la escuela Superior de Profesorado y después me fui a España. Estudié Sociología y he dado clases en varios colegios y he vivido dedicado a ese tema que me apasiona tanto.

¿Cómo analiza el país desde el punto de vista de la Sociología?

Es un país que está pasando por un momento en el que se han acumulado tantos compromisos, como la deuda por parte del Estado. Lo que está ocurriendo es una manifestación de toda esa deuda social que se ha venido arrastrando en el campo de desarrollo humano, como el empleo, salud, educación y seguridad. Lo que Honduras está viviendo no es más que el resultado de esos compromisos.

¿Viene de orígenes humildes?

No precisamente. Vengo de un matrimonio formado por profesionales universitarios. Mi mamá fue catedrática universitaria de la clase de Filosofía y mi padre un doctor en Derecho que con mucho esfuerzo logró estudiar. Tampoco vengo de riquezas.

¿Cómo fue su crianza?

Normal. En mi casa como en muchas nos enseñaron valores cristianos católicos, yo soy católico practicante. Fui de bastantes retos porque sufrí el divorcio de mis padres, pero enfrenté una vida comprendiendo eso. Mi desarrollo infantil y de joven fue normal, jugando pelota, maules y trompos. En aquel tiempo jugaba una serie de cosas que ahora ya no hay.

¿Fue rebelde?

Sí, muy rebelde. Era muy inquieto. Cuando tenía como 16 años escribí un libro que era de poemas que tuvo circulación para lo que eran mis medios en aquellos tiempos.

¿Volvió a escribir?

Siempre escribo mucho, no para publicar, pero es parte de las cosas que hago en mis ratos libres. Me gusta escribir, aunque después las tire a la basura. Escribo de todo un poco, más sobre amor, desamor, la vida misma y la problemática social en los que el país va viviendo.

¿Se considera un hombre enamorado?

Soy un hombre profundamente enamorado, pero de la vida. Quiero vivirla con toda la intensidad que puedo.

¿Cuénteme alguna anécdota de su infancia?

Recuerdo que tenía siete años, en ese momento ganó la presidencia Ramón Ernesto Cruz, mi padre era amigo cercano de él. Y cuando el ex-Presidente andaba en campaña política yo anduve en el carro con él. Recuerdo que uno de los días más felices fue ese. Y mi mayor desilusión fue saber que San Nicolás no existía, pero por el temor de que esa Navidad no me llevara juguetes.

¿A qué edad comenzó a trabajar?

Inicié a los 18 años. Empecé a trabajar en el Tribunal Local de Elecciones como cedulador. Yo tuve la oportunidad de laborar ahí y comencé ganando 350 lempiras al mes.

¿Qué tanto le ha beneficiado ser diputado?

Ser diputado trae satisfacciones enormes y otras que no son tan agradables. Como diputados tomamos decisiones que para algunas personas serán buenas y para otras no. Pero lo peor que un político puede hacer es no tomar decisiones.

¿Por qué dejó la DC?

Creo que ya no cabía mi forma de pensar en la Democracia Cristiana (DC); este partido ya no satisfacía mis aspiraciones de interpretar la realidad de mi país. Es un partido que se desgastó en sí mismo y creo que un partido no puede ser propiedad de una persona como pasó con la DC que es propiedad del señor Arturo Corrales.

¿Arturo Corrales secuestró a la DC?

Creo que sí, bueno, aunque no del partido, de lo que él se adueñó fue de una sede de cuatro paredes. El partido político es más que eso, son creencias, ideologías. Me sacaron de la presidencia del partido y después me la devolvieron, pero yo se la dejé a Corrales para que la eche en una bolsita y la guarde.

¿Cómo es su relación con Corrales?

No tengo ninguna relación, él dice que fuimos amigos, pero yo no lo creo. Nos conocimos en los primeros años de la niñez, pero nunca fuimos amigos, creo que él tiene pocos amigos, si es que los tiene.

¿Este nuevo partido, Vamos, le derá el tiro de gracia a la DC?

El tiro de gracia a la Democracia Cristiana se lo da ella sola, no nosotros. Lo que vamos a hacer es poner este partido en la ruta para que los hondureños lo tengan como una opción más.

¿Se va a postular a la Presidencia por este partido?

Ser candidato presidencial es una enorme responsabilidad; Vamos es un partido que tiene varias opciones y por respeto a los compañeros diría que la decisión de quién va a ser el candidato presidencial la vamos a tomar de forma colegiada. Esperaremos a finales de 2016 para tomar la determinación.

¿Por qué la DC no trascendió como partido?

Creo que la falta de renovación y actualización de sus pensamientos. Los personalismos agotan los partidos, dirigentes arcaicos que se creen dueños de partidos. Esto hace que los partidos desaparezcan y es una advertencia para el resto de estas organizaciones.

¿Cómo califica las última información que surgió sobre el asesinato de Alfredo Landaverde?

Hace dos años di declaraciones en las que apuntaba que miembros de la Policía Nacional habían participado en este crimen. No era nuevo esto. Hace dos años no me hicieron caso. Qué vergüenza me da que hayan actuado tan tarde.

¿Camina todavía con seguridad?

Sí, siempre. No es cosa que me agrade, no es algo que yo busqué.

¿Cómo mira el trabajo de la Comisión de Depuración Policial?

Esta es la última oportunidad que tienen para reconstruir la Policía, de lo contrario deberá suspenderse.