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Juan Orlando Hernández, de la presidencia de Honduras al banquillo de acusado en EEUU

  • 15 febrero 2022 /

Nacido el 28 de octubre de 1968 en el seno de una familia rural de clase media baja en el departamento occidental de Lempira, JOH ingresó a la política en 1990 como asistente de su hermano Marco Augusto en la secretaría del Congreso.

Tegucigalpa, Honduras

Cuando estaba al frente de uno de los países más pobres y violentos de la región, el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández se presentaba como adalid de la lucha contra el narcotráfico, pero terminó requerido por la justicia de Estados Unidos, que ya metió preso a su hermano.

El abogado derechista de 53 años dejó el gobierno el 27 de enero tras la asunción de la izquierdista Xiomara Castro, tras un cuestionado segundo mandato para el cual fue reelecto en 2017 en medio de protestas opositoras por “fraude”.

Hernández se convirtió en 2014 en el presidente más joven de Honduras, un país empobrecido y azotado por narcotraficantes y pandillas que llegaron a convertirlo en el más violento del mundo, con una tasa cercana a los 80 homicidios por cada 100,000 habitantes.

JOH, como es conocido, dijo durante su mandato haber reducido esa tasa a la mitad con su guerra contra los cárteles, en el marco de la cual extraditó a más de una veintena de traficantes a Estados Unidos, al tiempo que provocó la entrega voluntaria de otra decena. Ahora Estados Unidos reclama su extradición.

“En sus propias narices”

En el marco del juicio por narcotráfico realizado en Nueva York contra su hermano, el exdiputado Juan Antonio “Tony” Hernández Alvarado, condenado en marzo de 2021 a cadena perpetua, un fiscal de Manhattan dijo que JOH recibió millones de dólares en sobornos de narcotraficantes a cambio de protección, incluido del capo mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán.

“Esa alegación en sí es 100% falsa, absurda y ridícula”, dijo Hernández en aquel momento en Twitter. En el juicio de otro narco hondureño en Nueva York, Geovanny Fuentes, un testigo contó que escuchó a JOH jactarse de que iba a “meter la droga a los gringos en sus propias narices” y no se iban “a dar ni cuenta”.

Sus opositores tildaron al mandatario de “dictador” y lo acusaron de haberse enriquecido en el gobierno. También lo acusan de haber eludido la prohibición constitucional de un segundo mandato, ampliando su control sobre los poderes del Estado, incluyendo la justicia, que avaló su candidatura, y el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que proclamó su victoria.

Jueces y nuevo cuerpo policial

Nacido el 28 de octubre de 1968 en el seno de una familia rural de clase media baja en el departamento occidental de Lempira, JOH ingresó a la política en 1990 como asistente de su hermano Marco Augusto en la secretaría del Congreso.

Desde 1998 se mantuvo como diputado y durante el gobierno de Porfirio Lobo (2010-2014), ocupó la presidencia del Congreso. Un hijo del expresidente Lobo, Fabio Lobo, también fue condenado en Estados Unidos por narcotráfico, y sentenciado en 2017 a 24 años de cárcel. Como presidente del Congreso, JOH promovió la sustitución de cuatro de los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional, los que posteriormente dieron lugar a su reelección presidencial.

Como líder del Congreso creó la Policía Militar de Orden Público (PMOP) con 5,000 efectivos seleccionados de batallones militares, que la oposición consideró un ejército personal del mandatario.

En 2014, ya como presidente, Hernández impulsó programas de compensación social como la “bolsa solidaria” de alimentos y programas de vivienda para las familias más pobres, pero sus detractores lo consideraron un mecanismo para comprar conciencias y votos.

De carácter afable, baja estatura, complexión atlética y dado a la práctica diaria del ejercicio físico, JOH se autodefine como un “indio pelo parado”, por su corte castrense de cabello. En la secundaria egresó como subteniente de infantería del Liceo Militar del Norte, en San Pedro Sula, y aún es reservista.

Luego se graduó de abogado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y más tarde cursó en Nueva York una maestría en Administración Pública, de 1994 a 1995. Está casado con la abogada Ana García, con quien tiene cuatro hijos.