'Este vía crucis santo, oh buen Jesús, aceptad. Vuestras penas y mi llanto borrarán mi inquietud'. Así cantaban decenas de sampedranos que madrugaron el Viernes Santo para revivir la pasión y la muerte del Señor con una devoción impresionante que conjugó lágrimas, críticas y oraciones para que Honduras sea un país mejor.
A las seis de la mañana, la procesión arrancó desde la catedral San Pedro Apóstol, pero con un gran vacío: el acto religioso no fue presidido por monseñor Ángel Garachana, como es costumbre.
El prelado recibió la infausta noticia de que su padre Calixto Garachana falleció en Burgos, España. El obispo viajó a la madre patria para despedir a su progenitor. Los feligreses recibieron la noticia y elevaron plegarias por el alma del padre del obispo.
Fueron catorce estaciones que los sampedranos vivieron con devoción, cada una adaptada mediante dramatizaciones a la realidad del país. Familias completas recorrieron varias cuadras de calles y avenidas sin importar el sofocante calor en la ciudad.
Proclamación y llamado
El Evangelio fue proclamado y los participantes en el vía crucis descubrieron los mensajes que les dio cada una de las estaciones porque hubo oportunidad de apreciar dos escenarios de la pasión de Cristo: uno con la representación tradicional conforme a los relatos de la Sagrada Escritura y otra actualizada con los graves problemas que abaten al pueblo hondureño y a América Latina, como el desempleo, falta de pago de sueldos atrasados a los obreros, corrupción, desintegración y violencia familiar, crimen organizado, narcotráfico, femicidio, secuestros, hambre, deportaciones y migraciones.
En la reflexión final, el padre Saturnino Senis dijo que debemos ser como Simón de Cirene, El Cirineo, que le ayudó a Jesús a llevar la cruz y le alivió un poco el peso terrible y también seguir el ejemplo de la Verónica, que limpió el rostro de Jesús al verlo ensangrentado y sudoroso.
'Hoy Jesús sigue en agonía hasta el final de los tiempos en cada hombre y mujer que sufre la tortura del hambre, en los niños que no tienen zapatos, en las madres solteras que no tienen cómo pagar su alquiler y sigue sufriendo su pasión con los niños que están en las calles'.
El calvario
Senis recordó que Jesús sigue viviendo su calvario con las personas que no tienen empleo y los trabajadores que no han cobrado las últimas quincenas de su salario.
'Jesús nos ha dicho allí estoy yo cuando me han dado de comer, me han ayudado a comprar medicinas o me han dado agua lo han hecho conmigo'. Senis dijo a los feligreses que debemos enfrentar la situación que vivimos y a mayor crisis, mayor solidaridad.
Pero la pasión y la muerte de Jesús fueron revividas en toda la ciudad en colonias como la Fesitranh, Modelo, Ideal, Barandillas, Cabañas y otros barrios y colonias que realizaron su propio vía crucis.
Por tarde, la Iglesia Católica conmemoró el descendimiento de Jesús de la cruz y el Santo Entierro por una ruta en que los feligreses confeccionaron impresionantes alfombras de aserrín y de nuevo se vivió un ambiente de devoción y respeto por Jesús, que entregó su vida para salvarnos, según reza el Evangelio.
- Vigilia. Hoy a las nueve de la noche se realizará la Gran Vigilia Pascual en la catedral San Pedro Apóstol.
- Eucaristía. El domingo a las 5.30 de la tarde será la procesión del Santo Encuentro y la misa solemne.