El empresariado hondureño espera un mínimo impacto como resultado del paquete de medidas que aprobó ayer el Congreso Nacional, tras ser anunciadas durante el Consejo de Ministros de esta misma semana.
“El impuesto a los combustibles es simplemente un mecanismo que utiliza el Gobierno para poder garantizar que lo que entra de combustible y tiene que pagar impuesto, lo pague (...) Básicamente lo que va a pasar es que el Gobierno va a cobrar ese impuesto y le va a dar un crédito en el momento en que este sea usado en la generación de energía”, explicó Daniel Facussé, presidente de la AHM (Asociación Hondureña de Maquiladores), quien agregó que los consumidores de energía “no van a tener ningún efecto y tampoco afecta en nada a la empresa privada”.
En forma similar se expresó Fernando Ceballos, gerente general de la empresa Unopetrol. “En el caso de las exoneraciones a la importación de combustible, en realidad se siguen dando, lo que cambió fue el procedimiento y no hay modificación tributaria. No esperaríamos, por lo que hemos visto, que la medida afecte los costos de producción o los precios que pagan los consumidores”, dijo el ejecutivo.
Ceballos considera que las medidas introducidas al Congreso tienen el propósito de mejorar el control administrativo que ejerce el Gobierno sobre la parte fiscal.
Ordenamiento
Para el empresario Emin Abufele, las medias tan solo representan un ordenamiento en el régimen de exoneraciones que se han venido otorgando a través de los años. “Eso no va a afectar la tarifa que se paga por la energía eléctrica, porque será únicamente para ordenar esa situación y frenar los abusos que se están cometiendo”, explicó.
Abufele sostuvo que este debe ser el primer paso para regular un sistema de exoneraciones que, según estima, le cuesta al Estado 25 mil millones de lempiras al año.
Wilfredo Cerrato, ministro de Finanzas, explicó que los dos decretos aprobados están encaminados a mejorar las recaudaciones tributarias para el ejercicio fiscal 2013.
Esta reforma incluye la supresión de exoneraciones para las importaciones de combustible (búnker y diésel) destinado a la generación de energía térmica, el cual deberá pagar un impuesto que después le sería devuelto a las empresas generadoras una vez que se certifique que efectivamente se usa con ese fin.
Por otro lado, el porcentaje de renta neta gravable de las personas naturales o jurídicas no residentes en el país se eleva en 15 puntos porcentuales, pasando de 10 a 25% anual. “Se estima que eso nos puede dar en el año ingresos adicionales por 800 millones de lempiras”.
En cuanto al impuesto que se generará de los fósiles importados para producir energía eléctrica, Cerrato confirmó que “está cuantificado y nos puede traer un beneficio neto de 700 millones de lempiras”, con lo que el Gobierno espera aumentar, en total 1,500 millones de lempiras anuales la generación de ingresos al fisco.