Más de 5,900 millones de lempiras ha recaudado la empresa ecuatoriana Concesionaria Vial de Honduras en más de una década de operación en los tres peajes de la carretera CA-5.
En comparación de lo recaudado con lo invertido hasta la fecha por la concesionaria en la carretera, han sido de 189.7 millones de dólares en ampliación y mantenimiento de la CA-5.
Además, se han invertido 35 millones de dólares en operación de peajes, pagos de garantías y seguros requeridos conforme al contrato de concesión.
Fue en 2014 que se comenzó a cobrar en la primera caseta de peaje, ubicada en Zambrano, Francisco Morazán, mientras que en 2015 comenzaron operaciones en los puntos en Santa Cruz de Yojoa, en Cortés, y Siguatepeque, en Comayagua.
Covi-H tiene el compromiso de mantener en óptimas condiciones una carretera de cuatro carriles desde Tegucigalpa hasta Puerto Cortés hasta el 8 de marzo de 2035.
Esto incluye el Canal Seco, un tramo de 100.49 kilómetros entre la Villa de San Antonio y Goascorán, que Covi-H no ha aceptado debido a problemas de obras civiles.
En 2023, los ingresos por peaje fueron de 796.7 millones de lempiras, lo que significa que los hondureños pagan en promedio 2.1 millones de lempiras al día por usar la carretera.
Las reacciones
Aunque los 391.82 kilómetros de la carretera CA-5 están en buen estado, lo cierto es que el pago de los tres peajes en esta arteria vial afectan económicamente a los hondureños que transitan desde un vehículo liviano hasta uno de 9 ejes.
Desde las 4:00 de la mañana, Wilmer Pineda calienta su vehículo de 6 ejes con una carga de sacos de cemento para trasladarlos desde San Pedro Sula, Cortés, a Tegucigalpa, la capital de Honduras.
El hondureño labora para una empresa de cemento en San Pedro Sula, y todos los días traslada el producto a la capital, y debe pagar de su salario el peaje.
“Imagínese que la rastra que andamos es de 6 ejes y por eso pagamos 269 lempiras por cada peaje; pagamos ida y vuelta. Es mucho dinero. Y si sumamos que son como 10 rastras que todos los días hacen la misma ruta, es mucho”, se quejó el conductor.
Diariamente, la empresa para la que labora gasta 1,614 lempiras solo en pago a la concesionaria. Ese dinero sale de los salarios de los trabajadores, dijo Pineda.
Ángel Molina, un capitalino que trabaja como docente en Comayagua que, por su vehículo liviano, paga 22 lempiras por ida y lo mismo por la venida: 44 en total.
Aunque el costo es menor en comparación a lo que pagaría un vehículo de 6 ejes, “si usted suma esos 44 lempiras por los 20 días mensuales que se trabaja, son casi mil lempiras (880 lempiras). ¿Por qué tengo que pagar esa cuota por ir a mi trabajo?”, preguntó Molina.
Una comisión especial del Congreso Nacional ya ha realizado varias revisiones al contrato de Covi y se han encontrado cláusulas que perjudican al país, según el mismo Poder Legislativo.
“Se han revisado las cláusulas y se han encontrado algunas que son leoninas y que solo favorecen a la concesionaria”, reveló Obed López, diputado oficialista de Libertad y Refundación (Libre).
“Nosotros no queremos llegar a demandas, por eso preferimos el diálogo, y la concesión es a 40 años”, justificó López al consultarle por qué el gobierno no eliminó los peajes como lo prometió en campaña.
Pero las principales quejas se centran en la falta de ampliación de seis tramos en 39 kilómetros y la inacción para resolver los congestionamientos en Villanueva, Cortés y la López Arellano en Choloma.
El contrato incluye la ampliación a cuatro carriles de los tramos entre el fin del valle de Comayagua y Siguatepeque, y de Taulabé a La Barca, sumando 88.8 kilómetros.
La construcción comenzó el 3 de octubre de 2014 y debía finalizar el 20 de noviembre de 2017, pero se retrasó debido a problemas con la liberación del derecho de vía.
También hay quejas por fallas en el kilómetro 134 en El Carrizal, Taulabé, la inseguridad y la maleza en el Canal Seco y la CA-5 Norte en Comayagua.
El informe anual de la Superintendencia de Alianza Público Privada (SAPP) establece que las obras de ampliación tienen un porcentaje de avance de 97.27%, quedando pendiente de ampliar seis tramos cortos entre Taulabé, Comayagua, y el desvío a Santa Cruz de Yojoa, Cortés.
Mientras que las obras de puesta a punto, es decir, el mantenimiento rutinario en la carretera, tienen un porcentaje de avance de 100%, igual la construcción de las estaciones de peaje de Zambrano y la de Siguatepeque.
Reacciona la Concesionaria Vial de Honduras
Los ejecutivos de Covi-H explicaron que la ampliación de los tramos pendientes no se ha completado debido a la falta de liberación de terrenos, una responsabilidad del gobierno de Honduras, según el contrato.
Las zonas pendientes de ampliación son de Taulabé, Comayagua, al desvío de Santa Cruz de Yojoa, Cortés, con una longitud de aproximadamente 39 kilómetros.
Respecto a la falla en El Carrizal, Taulabé, Comayagua, Covi-H indicó que los daños fueron causados por los huracanes Eta e Iota en 2020, que activaron deslizamientos en la zona.
Aunque se han realizado intervenciones para mantener la circulación, los hundimientos y deslizamientos persisten. Se ha propuesto la construcción de un puente para solucionar el problema de manera definitiva, pero aún se está formulando el esquema de inversión.
