Los habitantes de Choloma, San Pedro Sula y El Progreso comenzaron la semana abatidos, irritados y deshidratados por las altas temperaturas que ayer alcanzaron un máximo de 38 centígrados dentro de una ola de calor que abrasará el norte del territorio hondureño durante toda la semana.
En San Pedro Sula, para el caso, entre las 11:00 am y 2:00 pm, los habitantes experimentaron 38 y 37 °C con una sensación térmica de 42 °C que afectó indiscriminadamente a quienes realizan labores al aire libre, caminan y conducen vehículos sin aire acondicionado.
Francisco Argeñal, director del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Ceanos), le explicó a Diario LA PRENSA que “las altas temperaturas de esta semana se deben por la poca nubosidad”.
“Tenemos poca nubosidad y estas condiciones permanecerán hasta el sábado. El sábado tenemos el paso de una onda tropical pronosticada para todo el país, sábado y domingo. Después de este fin de semana, esperamos que llueva más y las temperaturas irán bajando”, dijo.
Futuro sombrío
El Banco Mundial prevé que el cambio climático incrementará la temperatura mundial promedio; intensificará los fenómenos climáticos como las inundaciones, las olas de calor y las sequías en Honduras. La temperatura de esta semana es tan solo un ejemplo. Las altas temperaturas de esta semana sentidas en el norte del país son una muestra mínima de lo que ocurrirá en el futuro, pues la temperatura media anual de Honduras aumentaría 1,8 °C para 2050.
Argeñal considera que “esta semana sería la más calurosa de este año”, en otras palabras, en lo que queda del año no habrá temperaturas extremas en ninguna parte del país. Durante la canícula, que normalmente comienza después de la primera semana de julio y concluye a principios de agosto, habrá “temperaturas altas, pero no tanto porque “al llover refresca el suelo y cuesta que caliente más y se mantiene la temperatura”.
“Esperamos que la canícula se alargue y sea más intensa, pero a finales de julio lloverá y las temperaturas serán más intensa en agosto”, dijo.
Cenaos pronostica que la canícula (el período del año con el calor más intenso) iniciará alrededor del 10 de julio y culminará el 28 de agosto.
Tendrá una duración de cerca de seis semanas, unas dos más de lo normal. La ausencia de lluvias está asociada, de acuerdo con Cenaos, con el fenómeno de El Niño el cual inició de manera débil en abril y tomó fuerza en mayo.
Juan José Reyes, director de alerta temprana de Copeco, explicó a través de Twitter que el país está atravesando varios escenarios climatológicos: “El fenómeno de El Niño que genera un régimen de lluvias por debajo de los regímenes normales”. “Junio es uno de los meses más lluviosos, ha habido precipitaciones en el Distrito Central y otros sectores (...)” donde ha habido inundaciones y derrumbes.
Las temperaturas registradas en la costa norte de Honduras son las más altas esta semana en Centroamérica y cercanas a las de Yucatán, México, donde este lunes hubo una máxima de 42 °C con sensación de 52 °C.
“Las altas temperaturas nos afectan en todos los aspectos, hasta cuando manejamos un vehículo. Las personas fácilmente se molestan y hay mayores problemas. Esto se agrava con los apagones porque los semáforos dejan de funcionar y se da un caos vial”, dijo Gustavo Guevara, cuando aprovechaba el airea acondicionado en un centro comercial de San Pedro Sula.
