Tegucigalpa, Honduras
Las autoridades hondureñas, al igual que los líderes catrachos, se muestran optimistas en lograr la ampliación del Estatus de Protección Temporal (TPS) por parte del Gobierno de Estados Unidos, a pesar de la opinión emitida por el Departamento de Estado.
Esta dependencia estadounidense envió una opinión al Departamento de Seguridad Nacional que más de 300,000 migrantes haitianos, al igual que de Honduras, Nicaragua y El Salvador, ya no necesitan un estatus de protección especial, lo que abre las puertas a su eventual deportación, según publicó el diario The Washington Post.
Debate interno
El secretario de Estado, Rex Tillerson, informó a la jefa interina del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Elaine Duke, el martes, que las condiciones económicas, de seguridad y otras en esos países ya no son tan terribles como para que los migrantes necesiten permanecer en EUA.
Un funcionario del Departamento de Estado dijo a la agencia AFP que ninguna decisión había sido aún anunciada y declinó formular declaraciones respecto a la “deliberación interna y entre agencias”.
El DHS debe pronunciarse como máximo entre hoy y mañana lunes sobre el destino de 57,000 hondureños y 2,500 nicaragüenses cuyo TPS caduca el 5 de enero de 2018.
“Como hombre de Dios confío siempre en su voluntad. Hasta no tener la decisión oficial sobre el TPS, mi esperanza sobre su renovación sigue”, escribió en su cuenta de Twitter Marlon Tábora, embajador de Honduras en Washington.
Relaciones
El vicecanciller José Isaías Barahona Herrera dijo que “no se tiene ninguna comunicación oficial, por lo que hay que esperar hasta el último momento”. “No nos podemos pronunciar mientras no haya una decisión final y que sea comunicada al Gobierno de Honduras”, enfatizó Barahona.
Francisco Portillo, uno de los líderes de la comunidad hondureña en EUA se muestra optimista de que el presidente Donald Trump pueda ampliar por 12 o 18 meses el TPS.
“Nuestro optimismo está en las buenas relaciones que existen entre los Gobiernos de Honduras y Estados Unidos, porque sabemos que esta comunidad nuestra tiene décadas y algo que es importante es que no se puede dar una cancelación porque no les darían tiempo para que se preparen”, dijo Portillo.
“Lo que nos preocupa es que nuestra comunidad es muy apática, muy conformista y allí están esas oportunidades y no las buscan”, dijo.
El beneficio del TPS había sido concedido por el Gobierno estadounidense luego que el huracán Mitch causara severos daños a Honduras, Nicaragua y El Salvador en 1998.
La mayoría de los migrantes que gozan de un TPS llegaron ilegalmente a EUA, pero fueron autorizados a permanecer en el país y a trabajar.
El TPS ha sido renovado en 13 oportunidades, pero la preocupación se ha desatado en la comunidad hondureña por las políticas antimigratorias del gobierno de EUA con miras al vencimiento de la última renovación el 5 de enero.
El Gobierno de Honduras también presiona ante el Congreso estadounidense para lograr revertir la decisión de Trump de rescindir el Programa de Acción Diferida para los llegados en Infancia (Daca) que favorece a 18,526 hondureños.
Esperar la decisión oficial
El Salvador llamó ayer a los 190,000 salvadoreños a “esperar la decisión oficial” de Washington.
“Les pedimos a nuestros compatriotas mantenerse atentos al anuncio oficial (sobre la renovación o no) que sólo lo puede dar el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), y que es el pronunciamiento oficial”, aseguró ayer el canciller salvadoreño Hugo Martínez.