Propietarios de restaurantes ubicados a la orilla de la playa pública de Tela, norte de Honduras, han visto como sus ventas han disminuido tras el ataque de un tiburón a un bañista de nombre Roberto Carlos Bú de 38 años. El hecho ocurrió la tarde del lunes 14 de octubre.
Y es que el inusual hecho ha impactado en el turismo de la ciudad, que vive en gran parte de la visita de turistas.
La situación se agravó luego que la alcaldía del municipio de Tela mediante una ordenanza prohibió que bañistas ingresen al mar hasta el próximo viernes. La medida es para evitar una nueva agresión de un escualo en la playa.
“Esta prohibición será hasta el viernes lo que buscamos es que cambie el clima y velar por la seguridad de los visitantes”, dijo Ricardo Cálix, alcalde de Tela.
El funcionario municipal pidió a los turistas nacionales visitar la ciudad, a pesar de lo sucedido. “Pueden venir, estar en la playa, disfrutar la gastronomía en los restaurantes, lo único que no está permitido es ingresar al mar por los momentos”, agregó Cálix.
En un recorrido realizado por periodistas de diario LA PRENSA se notó que la vibrante vida turística que vive Tela ha desaparecido en estos días. Muchas personas se abstienen de llegar por temor y por el anuncio del cierre para bañar en el agua marina. Las pocas personas que se encontraban en la playa aseguraron que llegaron de otras ciudades con la intención de bañar.
“Si hubiéramos sabido que estaba prohibido entrar al mar, no venimos. No queda de otra que quedarnos aquí en la playa, lo hacen por seguridad y creo que es bueno”, dijo Efraín Garay.
Orlando Flores, propietarios de un restaurante junto a la playa, dijo que esta semana ha sido la más difícil, ya que lo sucedido al bañista Roberto Carlos Bú ha ahuyentado el turismo.
“Las ventas se han venido abajo de un solo plomazo, no es lo mismo antes que sucediera ese ataque del tiburón. Aquí está muerto, ojalá cambie esto el fin de semana que dicen que ya van a suspender la prohibición de entrar al mar”, apuntó Flores.
Flores dicen que “a Tela pueden venir, no hay problema, pueden estar en la playa, visitar los restaurantes, los sitios turísticos, la vida nocturna, solo que por ahora está prohibido entrar al mar, pero después lo pueden hacer sin ningún problema si lo que pasó con el tiburón fue un caso especial”.
Los sectores afectados por el cierre al mar
Para Carlos Ávila, presidente de la Cámara de Comercio de Tela, la medida de cerrar la playa ha afectado la economía de la ciudad. “Esto es algo atípico lo que ha sucedido, lo que pasó fue un accidente, es como encontrar un tigre en San Pedro Sula. Esto no había sucedido antes. Pueden venir a Tela siempre no hay ningún problema”, manifestó Ávila.
“Por ahora, sí hay una baja en el turismo y afecta la economía de la ciudad, pero ya una vez se suspenda la medida, creemos que todo será normal”, añadió.
Otros rubros también se ven afectados con lo sucedido en Tela, manifiestan los empresarios, como ser taxistas, los artesanos que exponen sus productos y creaciones en la playa y muelle turístico. Así como el resto de vendedores que ofrecen golosinas y otros comestibles a los visitantes, entre otros.
Tras el ataque, Roberto Carlos Bú, un turista que llegó a las playas de Tela procedente de la comunidad de Lucerna, Ocotepeque, fue ingresado al hospital de Tela, donde fue intervenido quirúrgicamente. El parte médico indica que está fuera de peligro y evoluciona bien a la operación.
Biólogos consultados por diario LA PRENSA han expresado que lo sucedido en Tela se debió a un accidente, ya que los humanos no están en la dieta de un tiburón.
Consideran que como las aguas del mar estaban sucias en el momento que bañaba el turista, el escualo no tenía muy buena visibilidad de que se trataba el movimiento en el mar y atacó al bañista.