El proceso de adquisición de medicamentos que realizó la Secretaría de Salud, a inicio del año, fue un “desastre total”, así lo denunció el médico y diputado Carlos Umaña.
A través de sus redes sociales, el médico informó que de 429 medicamentos que licitaron las autoridades sanitarias, apenas se adjudicaron 69. Cuestionó que de 40 compañías farmacéuticas que participaron en el proceso, solo se adjudicaron los pocos medicamentos a cinco droguerías.
“Fueron 369 productos fracasados y desiertos. La mayoría de las descalificaciones fueron por requerimientos absurdos y fácilmente subsanables”, aseguró el doctor.
Umaña señaló que “de 429 ítems solo adjudicaron 69 con cinco droguerías favorecidas de 40 participantes” y alertó que las autoridades estarían acudiendo a las compras directas, cometiendo las prácticas que en años anteriores eran cuestionadas por los que hoy están en el poder.
“Esto obligará a hacer una nueva licitación en la forma compra directa repudiada por toda la colectividad hondureña, donde estos mecanismos tienden a sobrevalorar y adjudicar a compañías que por lo general venden medicamentos copia y no genéricos de mala calidad que afectan los resultados en controlar eficientemente las enfermedades crónicas”, escribió el doctor en la red social X (antes Twitter).
Aseguró que las autoridades ya están preparando (la compra directa). “Esta práctica opaca ha sido el común denominador de este Gobierno que ha sido denunciada, las sobrevaloraciones y mala calidad”, expresó. Umaña mostró su preocupación por el posible desabastecimiento de medicamentos que habría en los hospitales públicos del país debido al fracaso que hubo en el proceso.
“No creo que tengan el tiempo de hacer otra licitación pública, así que la preocupación es que los hospitales entren en un desabastecimiento y colapse el sistema de salud”, manifestó. La mayoría de los medicamentos que fueron declarados desiertos o fracasados son parte del cuadro de medicamentos esenciales.
El también diputado denunció que se descalificó a las empresas por situaciones que se pudieron subsanar, tal como errores en el llenado de formularios, entre otros.
“No puedo decir cuáles son las intenciones que tuvieron, pero descalificar un medicamento o una empresa, pero porque se llenó mal el formulario o sacar a una compañía que llegó 10 minutos tarde al proceso y decirle que no puede participar, creo que esas son cosas subsanables; el pueblo que saque sus propias conclusiones”, dijo el doctor.
Se intentó hablar con autoridades de Salud para conocer el plan que tienen para la nueva adquisición de los medicamentos, luego que se declarara fracasado el proceso; sin embargo, no hubo respuesta.
Compras directas
La constante adquisición de productos mediante compras directas durante el actual Gobierno, según Roberto Consenza, exviceministro de Salud, representa un flagelo que perjudica a la Secretaría de Salud y afecta gravemente a los más pobres.
“A través de las compras directas no se tiene la calidad ni el medicamento a tiempo, perjudicando más al pobre, ya que no hay empresas que puedan abastecer en cantidades grandes a la Secretaría de Salud para distribuir el medicamento en todos los centros de salud”, expresó
Blanca Munguía, directora de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), indicó que a través de la compra directa se podrían sobrevalorar los precios y la entrega será dilatada, poniendo en riesgo que los hospitales y centros de salud no estén abastecidos de medicina.
“El panorama es triste, y de alguna forma se tiene que actuar de manera pronta, pero esto es inaceptable porque veníamos de mejores prácticas, de mejores procedimientos de compra, y llegar a este término diríamos que es un proceso fallido que va a perjudicar a los pacientes”, indicó.
La experta señaló que lo que muestra la Secretaría de Salud con este procedimiento fallido es la falta de capacidad técnica y de eficiencia que tienen, ya que se debió garantizar que al menos el 95% de los productos fueran adjudicados.
“Poner fracasadas las ofertas por temas de forma, cuando son proveedores que ya tienen contratos con la Secretaría, es dañino, es inaceptable y una vez más queda evidenciada la ineficiencia en la gestión pública”, cuestionó.
Los entrevistados señalaron que las compras directas afectan principalmente a los pacientes que acuden diariamente a las farmacias de hospitales y centros de salud en busca de medicamentos para sus dolencias.
Además, es cada vez más frecuente que los pacientes denuncien la falta de suministro completo de medicamentos en estas farmacias.