Luego que un funcionario del gobierno de Xiomara Castro solicitara la suspensión de la personería jurídica de la Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH) y de la iglesia que lidera el pastor Gerardo Irías, el líder religioso reaccionó con firmeza asegurando que el derecho a predicar el evangelio no depende de documentos legales.
“Siempre hemos respetado a la presidenta Xiomara Castro y el gobierno actual no se ha metido con la iglesia. La iglesia no ha recibido ataques de este gobierno. Pero quiero dejar claro que una personería jurídica no nos detiene para predicar. Predicaremos con o sin personería jurídica”, expresó Irías.
Las declaraciones del pastor surgen en medio de una creciente controversia entre algunos sectores evangélicos y el gobierno, tras la convocatoria de una manifestación conjunta entre la Confraternidad Evangélica y la Iglesia Católica, la cual ha generado diversas posturas dentro del ámbito religioso.
Irías enfatizó que no cree que la palabras de un ministro vayan a desmoronar el Gobierno y vayan hacer cosas que le traigan repercusiones.
"Nosotros como Confraternidad Evangélica tenemos nuestra personería jurídica legal, y como iglesia también, pero eso no nos quita el sueño y nuestra boca está lista para predicar con personería jurídica y sin personería jurídica", precisó.
El líder religioso subrayó que no han recibido ataques del Gobierno y si ha habido ideologías que no han estado bien, pero ataques no han tenido.
"Quiza los ataques sea a mi persona, pero no creo que este Gobierno se atreva a atacar la iglesia, ellos saben que la iglesia tiene poder y tiene autoridad delegada del cielo", manifestó.
Irias indicó que en el actual Gobierno no todos son iguales, y que hay personas que tienen sabiduría para darse cuenta que "meterse con Dios practicamente es derribar el reino".
"Nosotros como iglesia oramos por este Gobierno a pesar de que la mayoría de gobiernos nos han hecho pedazos en este país", aseveró
El pastor concluyó que la caminata anunciada por la iglesia en Honduras el 16 de aagosto es una caminata para orar y clamar por problemas que están pasando en el país, no una manifestación política.