Más de una decena de países europeos dijeron el mes pasado adiós al uso de la mascarilla en espacios cerrados y suspendieron el uso de certificados (para nacionales y extranjeros) gracias a que gran parte de su población se ha inmunizado por medio de vacunas y a través del contagio masivo.
Pero Honduras, un país latinoamericano que inicialmente tuvo dificultades para adquirir vacunas, tendrá que acelerar la campaña de inoculación con el propósito de acercarse a los porcentajes de vacunación de las sociedades que comenzaron a llevar un ritmo de vida como antes de la pandemia.
Medidas de bioseguridad. Los hondureños no deben bajar la guardia. El covid-19 está presente y sigue cobrando vidas de miles de personas en el mundo.
Vacunación. El nuevo Gobierno debe agilizar la negociación de las vacunas para que el país vuelva a la normalidad a corto plazo.
En Europa, Dinamarca, con el 83% de la población vacunada con dos dosis; Irlanda (80%), Alemania (75%) e incluso Eslovenia (59%) son algunos de los países que han suspendido las restricciones. Para llegar a esa condición, Honduras tendrá que escalar del 49 a un 60% en los próximos dos meses.
De una población de 9.4 millones de habitantes, Honduras debe contar con 8.4 millones de personas (mayores de 5 años) vacunadas con las dos dosis para obtener una inmunidad de rebaño asegurada y blindarse ante el covid-19, considerando datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Según el Centro de Recursos de Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, este país centroamericano hasta el 31 de marzo tenía 4,777,999 personas vacunadas completamente.
Kenneth Rodríguez, infectólogo
“Los hondureños están relajados. han descuidado las medidas de bioseguridad”.
Hasta marzo, las autoridades de Salud habían aplicado 11,995,048 dosis de las diferentes vacunadas (BioNTech, Pfizer; Johnson & Johnson, Moderna, AstraZeneca y Sputnik V) en todas las edades. Hasta a finales de enero anterior comenzaron a suministrar el fármaco a la población infantil de 5 a 11 años.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, el Estado de Honduras entre 2021 y 2022 ha adquirido 13,900,997 (1.5 millones de pediátricas) de vacunas mediante compra bilateral o donación.
Esa entidad tiene como meta vacunar a 6,229,648 (mayores de 12 años), 1,345,500 (de 5 a 11 años), en suma, más de 7.5 millones de personas.
Para el infectólogo Kenneth Rodríguez, Honduras está muy lejos aún de alcanzar la imunidad comunitaria o inmunidad de rebaño; sin embargo, la población está obviando las medidas de prevención, como usar mascarilla, mantener la distancia, porque “muchos creen que el covid-19 ya desapareció”.
Dinora Nolasco, exdirectora regional de Salud
“El nuevo gobierno debe ser ágil para obtener más vacunas y evitar desabastecimiento”.
“Realmente, Honduras en este momento se encuentra en una situación de relajación total. ¿Por qué razón? Definitivamente la gente ha descuidado las medidas de bioseguridad y creo que en el imaginario de las personas están volviendo a la situación normal, antes del covid, cuando no usábamos alcohol, gel, no manteníamos una separación física, una separación social, cuando no teníamos que lavarnos las manos ni andar con mascarilla”, dijo.
El médico le expuso a Diario LA PRENSA que desde enero hasta la actualidad, más de 700,000 se han infectado y han muerto más de 3,500 personas en Hong Kong “que era modelo en el combate contra el covid comparado con la política que China había establecido”.
“Hong Kong el año pasado solo reportó 12,650 casos aproximadamente y 3,500 muertes. En este momento, en casi tres meses, hay 700,000 infectados y muchos muertos. En Estados Unidos también está aumentando la cantidad de casos con la llegada de la subvariante BA.2 de ómicron. Siento que hay países, como los nórdicos y escandinavos, que han minimizado la manera de enfrentar el covid. En nuestro país, nosotros nos hemos relajado. Estamos muy lejos de alcanzar la inmunidad de rebaño natural (porque todos nos contagiamos) o una inmunidad de rebaño artificial o a través de las vacunas”, explicó.
Cifras del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) indican que desde marzo de 2020 hasta marzo de 2022, en Honduras se contagiaron con covid-19 420,621 personas, de esas, 10,871 han muerto.
En ese período, Honduras atravesó dos momentos críticos: el 16 de agosto de 2021 cuando el promedio diario de contagios ascendió a 197 y también recientemente, el 22 de febrero de 2022, cuando la cantidad fue de 235, cifra récord.
Con la cantidad de personas fallecidas ha ocurrido un fenómeno similar. Lo picos máximos de muertes promedio diario corresponden al 30 de agosto de 2020 (4.27), 12 de mayo de 2021 (5.88). Esa cifra tuvo un descenso, pero en septiembre de 2021 volvió a repuntar.
En los últimos dos meses, hubo un aumento de casos y también un alza en la cantidad diaria de fallecidos; no obstante, no ha alcanzado los niveles alarmantes de los dos años anteriores.
El infectólogo Rodríguez es consciente que, después de dos años de parálisis mundial, la economía en todo el mundo y en Honduras deben reactivarse sin bajar la guardia respecto a las medidas de bioseguridad.
Hacer a un lado esas medidas representaría, según Rodríguez, crear condiciones para la generación de un rebrote que podría causar la muerte de personas que durante dos años se cuidaron. En el país, argumentó, “hay más de un millón de personas que aún no tienen ni una dosis”.
“Al inicio de esta semana, Pfizer y Moderna pidieron autorización para aplicar una segunda dosis de refuerzo, lo que nosotros llamamos aquí cuarta dosis. Los CDS (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) en Estados Unidos aprobaron para que sea aplicada a personas mayores de 50 años y a personas con el sistema inmune comprometido o muy dañado. Eso debe ser un llamado de atención para las autoridades de Salud de Honduras. Aquí tenemos mucha debilidad para hacer investigaciones de impacto o de seguimiento genómico. Dependemos de otros países. Si Estados Unidos ha decidido hacer eso, qué estamos esperando nosotros para hacerlo”, advirtió.
La exdirectora regional de Salud de Cortés Dinorah Nolasco reconoce la actitud positiva que los hondureños muestran frente a la vacunación, pero advierte que otros factores inesperados están afectando la campaña de inoculación.
“Hay un gran interés y las personas buscan las vacunas. El problema que ahora tiene el sistema de salud es el abastecimiento. En las últimas dos semanas, Salud se estaba quedando sin vacunas. El Gobierno debe ser ágil en negociar con los organismos internacionales para acelerar la vacunación”, dijo.
El cambio de Gobierno, que se traduce en remoción del aparato burocrático, ha provocado una interrupción en el proceso de vacunación y en la ejecución de la estrategia de prevención que el andamiaje operativo de Salud había alcanzado en los dos años más críticos.
“No hay alza en los casos de covid-19 porque la vacunación está incidiendo, pero hay un alto porcentaje de la población que aún no está vacunada. Lamentablemente la vacunación está siendo afectada debido a la incertidumbre que hay por la estabilidad laboral y la falta de pago en la Secretaría de Salud. Hay desorganización en la Secretaría. Muchos jefes regionales están renunciando. Casi el 80% del personal de Salud está sin pago”, dijo la doctora Nolasco.