Para contrarrestar la escasez de alimentos provocada por el cambio climático, el Gobierno, a través de la Red Solidaria, un programa de la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (Sedis), fortalecerá la seguridad alimentaria y nutricional de los hogares en el corredor seco de Honduras.
El titular de Sedis, José Cardona, visitó el municipio de Soledad, El Paraíso, que se ubica en el corredor seco en el que viven unos tres millones de personas.
Cardona explicó que el reto del Gobierno solidario “es llevar esta integralidad que incluye riego, ayudas técnicas, capacitación y apoyo a mujeres, huertos, comedores para ancianos y niños e inserción económica a todo el país”.
Xenia Pineda, directora de la Unidad Administradora de Programas y Proyectos y representante de la merienda escolar del Gobierno, dijo a LA PRENSA que a través de Sedis y la Red Solidaria lo que se hará para mermar la crisis alimentaria en el país es llevar la merienda escolar a los niños que ya están en clases semipresenciales y presenciales.
Datos
23% de niños menores de cinco años padecen de desnutrición en el país, de acuerdo con los estudios realizados por el Programa Mundial de Alimentos.
74% de los hogares de Honduras
estaba en condiciones de extrema pobreza, según el estudio del Instituto Nacional de Estadística realizado en 2021.
“Esto es para incentivar a los padres de familia para que manden a sus hijos a las escuelas y no los dejen en casa porque sabemos que es el único alimento que posiblemente puedan tener durante el día ya que esta gente está en extrema pobreza”, dijo.
Se estima que se dará merienda escolar a 1.2 millones de niños.Pineda explicó que la merienda escolar tendrá ración seca que será arroz, frijoles, queso y huevo.
La ración fresca será frutas y verduras de lo que se produce por región.
Estudio
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) realizó un estudio sobre seguridad alimentaria que indica que 2.4 millones de hondureños están enfrentando esta situación.
“Lo que significa serias dificultades para estas familias de poder llevar alimentos a su mesa y cumplir con las necesidades nutricionales para desarrollar una vida digna”, dijo Héctor Cruz , oficial de programas del PMA.
Añadió que esta situación es preocupante, ya que es una gran cantidad de hondureños que están en esta situación y que para agosto podrían ser 2.6 millones de personas.
“Anteriormente el corredor seco ha tenido estos conflictos, pero ahora se ha extendido a las zonas urbanas que se han agregado a sufrir inseguridad alimentaria por los efectos de la pandemia de covid-19 desde el punto de vista económico y también de Eta y Iota”, señaló Cruz.
Hace dos años había 700,000 hondureños en crisis alimentaria y para este año hay más de 2.4 millones.
“Es necesario visualizar algunos efectos que ya están pasando y que van a tener una factura en la inseguridad alimentaria y uno de ellos es el valor del combustible que deriva en el precio de los alimentos y que reducirá la capacidad de adquisición ”, dijo Cruz.
El presidente de la Asociación de Agricultores y Productores de Granos Básicos (Prograno), Dulio Medina, enumeró que a parte de la pandemia de covid los factores que tienen deprimido al sector productor de granos son el clima, los bajos precios y el poco acceso al financiamiento y a esto se suma el alto costo de la canasta básica y el encarecimiento de los insumos agrícolas.
Añadió que no hay reservas de maíz y la que se tiene es una reserva de frijoles de 23,000 quintales, pero no serán suficientes.
