24/11/2025
10:30 AM

Cómo el lecho marino podría mitigar efectos del cambio climático

En los últimos tiempos, el secuestro de carbono ha ganado protagonismo como una forma de combatir el cambio climático. Los lechos de pasto marino del refugio de Vida Silvestre Cuero y Salado, en Atlántida, han sido objeto de estudios por parte de técnicos de la UNAH-Curla.

La Ceiba, Atlántida

Un equipo de técnicos de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH-campus Atlántida) evaluó recientemente las emisiones de carbono en lechos de pasto marino en el Refugio de Vida Silvestre Cuero y Salado, ubicado en el departamento de Atlántida.

Según los biólogos del Curla, los estudios que se realizan en la zona son de interés científico y son con el fin de analizar la capacidad de los pastos marinos para capturar el CO2 y almacenarlo como carbono orgánico de los ecosistemas marino-costeros y observar su contribución en la mitigación del cambio climático.

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Asimismo, los biólogos comprueban la utilidad de los pastos marinos en el manejo y conservación de las áreas protegidas en el refugio. Los días 15 y 16 de octubre se llevó a cabo en La Ceiba un evento denominado Mesa Nacional Monitoreo Biológico, organizada por DiBio-Serna con el apoyo del Centro de Estudios Marinos (CEM) y el patrocinio del Proyecto Recover.

El objetivo es introducir a los socios en el aprendizaje conjunto de los valores del monitoreo de humedales y carbono azul en el país y sus aplicaciones. Además, conocer los principales protocolos existentes de medición de carbono azul en ecosistemas de humedales, y experiencias de aplicación existentes. Iniciar las discusiones sobre el proceso de validación de los protocolos de carbono azul en el país.

El equipo también elaborará un reglamento de la Mesa Nacional de Monitoreo Biológico.

Se lograron varios acuerdos de cooperación que impulsan la investigación de los humedales, como parte importante en el proceso de su conservación.

En el evento participaron Instituciones como el Instituto de Conservación Forestal (ICF), Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), la Academia, oegenés, Fundaciones del ámbito de estudios marinos, entre otros. También se contó con la visita del Centro de Investigaciones PEW y Smithsonian de Estados Unidos.

Alexis Rodríguez, representante del Curla, dijo que “la evaluación del carbono en estos tiempos es importante porque una forma de mitigar el cambio climático es que uno de los gases de efecto invernadero que afecta el cambio climático es el CO2, dióxido de carbono y una forma de reducir el dióxido de carbono en la atmósfera es a través de ecosistemas que no son tan intervenidos como los manglares y los pastos marinos”.

“En los manglares se tienen varios años de trabajar con instituciones internacionales y la Universidad Autónoma se ha involucrado. Ese CO2 es necesario para la fotosíntesis de las plantas, entonces estos ecosistemas capturan en CO2 de la atmósfera y esa fotosíntesis se transforma en biomasa y van creciendo y reproduciéndose. A la vez frutos floración y todo ese carbono se transforma en hidrato de carbono y la biomasa muere, cae en ramas hojas y la biomasa se acumula en el sedimento marino”, agregó Rodríguez.

Técnicos investigadores conformaron una Mesa Nacional Monitoreo Biológico para estudiar las reservas de carbono de los manglares y pastos marinos hondureños.

La bióloga Arlene Rodríguez dijo que “los pastos marinos son muy importantes en la mitigación del cambio climático porque al ser plantas capturan carbono y los van almacenando en el sedimento. El año pasado, estando en contacto con la universidad de la Florida con la logística de la fundación Cuero y Salado y la fundación Islas de la Bahía, fue posible hacer una extracción de núcleo para el estudio de secuestro de carbono en las praderas de Utila y Cuero y Salado”.

También en 2016 se hizo una validación para conocer el secuestro de carbono en Trujillo, departamento de Colón. En los últimos tiempos, el secuestro de carbono ha ganado protagonismo como una forma de combatir el cambio climático.

Otras técnicas para captura de carbón.

La técnica consiste en capturar y almacenar el carbono antes de que abandone las instalaciones industriales. Existen varias formas de atraparlo, que abarcan desde separación de gases tras la combustión hasta el uso de combustión con oxígeno puro, conocida como oxicombustión, para producir C02 prácticamente puro. Una vez que se ha secuestrado el carbono, puede inyectarse en formaciones geológicas bajo tierra o bien convertirse en materia prima para su uso en otros procesos industriales.

Dado que las plantas son grandes “devoradoras” de dióxido de carbono, otra estrategia para capturarlo consiste en recurrir a la biomasa. Así, se utilizan residuos vegetales o agrícolas con un contenido de carbono y se convierten en biocombustibles para producir calor o electricidad o bien se queman directamente.

Durante el proceso de combustión se aplican técnicas, tales como el almacenamiento subterráneo o su uso como materia prima. El resultado es una eliminación neta de dióxido de carbono atmosférico.