TEGUCIGALPA.
El otro escenario que estaba analizando el ente colegiado es qué hacer con unos 300,000 hondureños que se enrolaron a partir del 30 de diciembre y no aparecen en el censo definitivo porque fue en esa fecha que se hizo el corte.
En otra carrera contra el tiempo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) le buscaba una salida anoche al problema del Censo Nacional Electoral a fin de garantizar el sufragio a todos los hondureños aptos para este ejercicio.
El padrón definitivo fijado en 4,832,117 ciudadanos “tiene un problema de sectores electorales porque (al momento del enrolamiento) no se había actualizado la cartografía del CNE”, según lo explicó un funcionario del Registro Nacional de las Personas (RNP). Estimó que un 2% de ese censo (más de 96,000 personas) “no está registrada donde votaba”.
Hay políticos que aseguran que el problema es de “traslados electorales” hechos sin la voluntad del elector, pero esta figura la rechaza el RNP. Este caso es de enorme preocupación para algunos movimientos, que sospechan que puede prestarse a doble votación.
| La salida
Varias eran las opciones que anoche discutía el CNE. Una de ellas era eliminar el censo definitivo y trabajar con el viejo.
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Esta gente no puede quedarse sin votar solo porque no aparece en el padrón, en virtud de que los protege la Constitución, la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas (con la que se hizo la convocatoria) y la transitoria para el censo aprobada el año pasado por el Congreso.
Este cuerpo jurídico le concede el derecho de acudir a las urnas con cualquiera de las dos identidades. El diputado liberal Juan Carlos Elvir advierte que este proceso electoral se puede volver una tormenta política.
