A lo largo de la historia política de Honduras, las Fuerzas Armadas han desempeñado roles cruciales, ya sea en favor de la democracia o del autoritarismo.
Según el analista político Lester Ramírez, los eventos ocurridos durante y después de las elecciones primarias del 9 de marzo representan una situación sin precedentes y preocupante, como expresó en el foro “Frente a Frente”.
Ramírez señaló que, aunque algunos podrían comparar estos hechos con procesos anteriores, como la reelección de Juan Orlando en 2017, el contexto actual es muy diferente.
En su opinión, Honduras se encuentra aislada y sin acompañamiento internacional, dejando el rumbo del país en manos de actores nacionales, donde los militares juegan un papel fundamental.
El analista describió a las instituciones involucradas en esta crisis como frentes diversos que no pueden ser cubiertos en su totalidad, destacando también la participación del Ministerio Público y funcionarios del Poder Ejecutivo en el conflicto.
Ramírez advirtió sobre una posible crisis política con graves consecuencias para la población.
Asimismo, destacó que varios eventos de estas elecciones, como los retrasos en la apertura de las votaciones, deben ser monitoreados para evitar su repetición.
Entre los riesgos que podrían surgir en las elecciones generales, mencionó la violencia electoral en todas sus formas.
Ramírez destacó la falta de investigaciones objetivas sobre los hechos del 9 de marzo, el conflicto en el CNE, la percepción de parcialidad en las Fuerzas Armadas y el uso del estado de excepción como desafíos claves para la democracia en Honduras.