Un mínimo de nueve meses y hasta dos años en promedio tarda obtener una licencia ambiental en Honduras.
Por muchos años, empresarios e inversionistas se han quejado en reiteradas ocasiones sobre lo engorroso que es obtener una licencia ambiental en el país, lo que causa pérdidas en tiempo y dinero, pero sobre todo desmotiva la inversión nacional y extranjera.
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), luego de recibir una serie de recientes quejas de empresarios sobre lo engorroso y tardío que es obtener una licencia ambiental, realizó una investigación sobre el trámite.
Los sectores obligados a presentar una solicitud de licencia ambiental son: construcción, actividades industriales y minería, agricultura y ganadería intensiva, proyectos de energía, turismo y recreación, gestión de residuos y proyectos de desarrollo urbano.
Es decir, sectores con grandes inversiones y que generan mucho empleo en el país.
Las licencias ambientales se dividen en cuatro categorías según el impacto o riesgo ambiental: bajo (categoría 1), moderado (categoría 2), alto (categoría 3) y muy alto (categoría 4).
Los proyectos de categoría 1 solo requieren una constancia, no una licencia. Sin embargo, los tiempos de espera son iguales para todas las categorías, independientemente del nivel de riesgo.
El Cohep encuestó a 225 empresas que han venido realizando trámites para la obtención de una licencia, de estas empresas 185 tienen en trámites su licencia ambiental.
Los rubros de construcción e industrias manufactureras han sido los más afectados, con un 21.1 % y 18.39 % respectivamente.
Es importante destacar, que la industria en general, incluyendo la maquila, genera más de 250 mil empleos y un número similar la construcción.
Por departamento, Francisco Morazán y Cortés poseen la mayor representatividad en las respuestas, con un 53.6% y un 36.2% respectivamente. Del total de las reacciones obtenidas se logró observar que un 39.3% son de pequeñas empresas, 21% de microempresas y las grandes con un 24.6%.
“Del total de las empresas consultadas, el 75.5% de estas, mencionó tener procesos activos en gestión de licencias ambientales, es decir que todavía están en marcha”, indicó Santiago Herrera, gerente de Política Económica del Cohep, durante la conferencia de prensa.
Herrera detalló que el 47.18% de los proyectos están en la categoría uno, de bajo riesgo ambiental, y el 26.15% en categoría dos, de moderado impacto ambiental, es decir, que al sumarlo resulta en ocho de cada diez proyectos.
“Entonces por qué tanta demora en los tiempos, por qué tanto trámite, por qué tanto costo en el manejo de estas licencias. La concentración está en los proyectos de muy bajo impacto, esto es prácticamente de trámite, no requiere estudios de impacto ambiental, ni medidas de mitigación, así que no vemos la razón para los retrasos”, cuestionó.
Las empresas califican como “de alto grado de ineficiencia” la gestión de licenciamiento ambiental, así como un procedimiento excesivamente burocrático e innecesario que agrega poco valor a la actividad, principalmente las licencias uno y dos, que son de bajo o nulo impacto ambiental.
También se logró establecer que el tiempo transcurrido para resolver un expediente es muy extenso y engorroso, tardándose dos o más años para su resolución.
Son alrededor de 4,198.71 millones de lempiras invertidos en licencias ambientales, de esta inversión solo el 1.2% ha sido aprobada, el 23.6% está técnicamente aprobada pero en espera de firma de resolución y el 75.2% del total invertido en revisión del expediente.
Inversión estancada
De ese total proyectado de inversión, unos 4,145.7 millones de lempiras están paralizados por la “ineficaz gestión en los trámites de licencias ambientales. Esto representa el 8.9% del total de la inversión privada en 2023”, indica la presentación del Cohep.
Es decir, del total de licencias presentadas, el 98% de los montos de inversión previstos, están paralizados. Lo que representa un valor aproximado de 4,145.7 millones de lempiras, que en términos de empleo equivale a casi 14,000 puestos de trabajo que se han sacrificado hasta el momento.
“Es por lo anterior que este Consejo llama la atención de las autoridades competentes para que simplifiquen el proceso, faciliten los trámites que reduzcan costos y tiempo para las empresas, eliminen la discrecionalidad, se garantice la transparencia, protejan en ambiente, se viabilice la inversión y la consecuente generación de empleo tan necesaria para nuestra población y para Honduras”, recomienda el Cohep en su investigación.
Es imperativo hacer referencia al informe de clima de inversión 2024 del Departamento de Estado de Estados Unidos, que cita en uno de sus párrafos sobre el porqué no es atractivo invertir en Honduras.
“Las inversiones extranjeras en los sectores de minería, energía, atención médica, telecomunicaciones, transporte aéreo, agricultura, silvicultura y educación generalmente requieren la aprobación del gobierno de Honduras a través de permisos.
Algunos inversionistas estadounidenses han informado de largos periodos de espera para permisos ambientales y otras aprobaciones regulatorias y legislativas. Los sectores en los que las empresas estadounidenses suelen encontrar problemas incluyen infraestructura, telecomunicaciones, minería y energía. En general, las empresas informan que los requisitos regulatorios son complejos y prolongados”, indica el informe.
Para los empresarios es necesario crear las condiciones necesarias para atraer nuevas inversiones que generen empleo en Honduras.
Fuad Handal Katimi, presidente regional de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), en San Pedro Sula, manifestó a LA PRENSA que aunque no puede precisar cifras, sí hay varios proyectos industriales detenidos a nivel nacional esperando una licencia ambiental.
Para Handal Katimi es inaudito que pese a la categorización, la emisión de todas las licencias ambientales tarde tanto tiempo.
Enfatizó que la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna), debe establecer tiempos claros para cada categoría y sobre todo, reducir la espera.
“Aquí uno solo espera, como bien investigó Cohep, nueve meses, un año, dos años, ningún proyecto puede arrancar, esa es una de las trabas más grandes para poder arrancar proyectos de infraestructura, proyectos industriales”.
Agregó que lo engorroso de los permisos, definitivamente, desmotiva al inversionista nacional y sobre todo, al extranjero, que ve en otros países mayor beligerancia.
No hay incentivos para invertir en el país
Gustavo Boquín, presidente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), declaró a este rotativo que las licencias ambientales en este momento son parte de la cadena de obstáculos que cualquier inversionista debe enfrentar para poder ejecutar cualquier proyecto.
“Con el argumento de proteger el ambiente se les ha permitido crear procesos engorrosos e ineficientes, pese a que hemos solicitado como empresa privada, no vemos por parte de las unidades responsables de estos procesos una apertura a la mejora y eficiencia”.
Comentó que para obtener un permiso de construcción para una urbanización, los tiempos de emisión de permisos y licencias de todo tipo superan los cuatro años de espera.
En cuanto a los permisos ambientales en el sector construcción, indicó que dependiendo la zona y otros factores, la tardanza puede ser de seis a dieciocho meses.
“Si usted revisa no va a encontrar expedientes atrasados o muy pocos, pero eso se debe a que se ha desentivado la generación de nuevos proyectos. Antes teníamos en ejecución, más de 170 proyectos de vivienda, hoy en día, menos de 50 proyectos de vivienda social en ejecución”, lamentó Boquín.
”Quieren seguir manejando las licencias ambientales a su antojo”
Lucky Medina, ministro de la Serna, reaccionó a la investigación realizada por el Cohep sobre los permisos ambientales y aseguró que anteriormente “manejaron las licencias ambientales a su antojo”.
Que lograron la aprobación de permisos sin cumplir con los debidos requisitos. “Se acabaron esas trampas, se acabó la repartición de país, se acabaron las licencias ambientales otorgadas el mismo día, las licencias ambientales sin subsanación, sin cumplir los requisitos que entregaban incluso en menos de cinco minutos”, aseveró Medina a través de un video colgado en su red social X.
Medina agregó que en dos años y medio de gobierno no han aprobado “ni una sola concesión de recursos naturales, pero sí hemos aprobado licenciamiento ambiental de inversión pública y privada responsable por un monto superior a los 48 mil millones de lempiras”.
Detalló que proyectos de energía, de telecomunicaciones, infraestructura y demás, pasan por la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente.
“En Serna se acabaron los favoritismos para la empresa privada, para la cúpula y las élites, a quienes les reiteramos que se acabó la repartición del país. Podemos avanzar en un nuevo formato de licenciamiento donde se evite la duplicidad de la licencia ambiental operativa y la licencia ambiental funcional, como está plasmado con inversión responsable”.
El funcionario afirmó que los proyectos que cumplen con todos los requisitos técnicos y legales se aprueban en un promedio de cuatro semanas.