En el municipio de San Marcos, en el corazón de Ocotepeque, Gerardo Antonio Mejía trasciende las expectativas de su papel como alcalde.
A punto de cumplir dos años en su gestión, el líder local ha decidido renunciar por completo a su salario, donándolo íntegramente a obras benéficas que buscan transformar la vida de la población.
La decisión de Mejía de renunciar a su salario surgió desde un profundo sentido de compromiso con su comunidad.
“Desde el momento en que Dios me dio la oportunidad, y el pueblo con su voto, de gerenciar San Marcos de Ocotepeque, sentí un compromiso. Observé tantas necesidades y solicitudes que decidí donar mis salarios durante toda mi gestión”, afirmó el alcalde.
Con las donaciones de sus salarios el edil ha hecho aportes al deporte, perforación de pozos, educación con la donación de pupitres, donaciones al asilo de ancianos, a la iglesia a centros de salud, entre otros.
”Ha sido una bonita experiencia en la que me siento orgulloso de mí mismo y satisfecho de servir un poco más a un municipio que me ha dado tanto” expresó emotivo el edil.
500 mil lempiras
Durante su primer año de gestión, Mejía donó sus salarios mensuales, así como aguinaldos, decimocuarto “donamos casi 500 mil lempiras y este año es igual, si sumamos estamos donando casi un millón de lempiras al municipio y lo hacemos con compromiso”.
”Hasta el momento no hemos cobrado viáticos nunca, siempre viajo con mi carro, mi combustible y mis medios porque sé que si lo hiciera, eso sería una carga más a la municipalidad y ese dinero se puede aprovechar en otras necesidades del municipio. Lo hago con satisfacción”.
Amilcar Rodezno, ciudadano de San Marcos de Ocotepeque relató que “lo que ha hecho el alcalde es algo que nunca lo había hecho nadie aquí. Como ciudadanía nos sentimos bien porque muchos políticos sólo llegan a esos puestos a servirse a sí mismos y ahora tenemos una esperanza”.
