Lisa Kubiske, embajadora de Estados Unidos, condenó ayer el brutal asesinato del comunicador social Aníbal Barrow y dijo que el Gobierno tiene un “gran desafío” para dar protección a los periodistas.
“El desafío en este momento es bastante grande, soy optimista de que el Gobierno está bastante dedicado a mejorar la situación, pero toma tiempo por el tamaño del problema”, expresó la diplomática.
El asesinato de una persona es, de por sí, un hecho que genera impacto; pero cuando se trata de la muerte de un periodista, la situación es un poco más complicada porque representa la agresión a la democracia.
“La muerte de cualquier persona es bastante triste, es una tragedia que crea dolor en las familias para siempre. En el caso de los periodistas es triste dos veces porque son una categoría de las personas que cualquier sociedad democrática necesita”, expresó Kubiske.
“Es una obligación de toda sociedad, de ellos mismos, de sus empresas, también del Gobierno, para crear condiciones en el país con menos violencia”, agregó.
Recordó la diplomática que hace dos años la Embajada de Estados Unidos conformó una unidad especial para la investigación de muertes emblemáticas, como por ejemplo la muerte de periodistas.
Pero esto es solo una parte de las acciones que se deben poner en práctica para combatir la criminalidad, ya que se requiere la participación de todos los miembros de la sociedad para ser efectivos, consideró la diplomática.
Brutal crimen
El cuerpo del periodista Aníbal Barrow apareció quemado y descuartizado en una laguna de Siboney, en Villanueva, Cortés, el 10 de julio, luego de haber sido secuestrado el 24 de junio.
El comunicador fue secuestrado cerca del estadio Olímpico Metropolitano cuando iba en su carro en compañía de familiares.
Las autoridades ya lograron capturar a cuatro de diez implicados (cuatro ya identificados), a quienes procesó por asesinato, secuestro especial, robo, robo agravado y almacenamiento ilegal de armas, entre otros.
El Juzgado de Letras Penal Unificado de San Pedro Sula dictó auto de formal procesamiento contra los acusados.
La siguiente etapa procesal consiste en la audiencia preliminar, en la que se decide si el caso se eleva a juicio oral y público.
De acuerdo con un testigo protegido del Ministerio Público, un “poderoso narcotraficante” pagó a la banda del Gordo entre 300 mil y 400 mil lempiras para que asesinaran a Barrow.
Asesinatos de periodistas
Según un informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), en la última década han muerto 36 periodistas y casi todos los casos están en impunidad.
El período adonde más han caído reporteros es en la gestión del presidente Porfirio Lobo. En los 35 meses del mandato del gobernante se registra la muerte de 29 comunicadores.
Esta cantidad “representa el 79% del total de homicidios registrados contra miembros del gremio de periodistas desde el año 2003”, dice el reporte del Conadeh, en donde se precisa el número de muertes de periodistas por período presidencial.
En el gobierno de Ricardo Maduro (2002-2006) murió un periodista; en la gestión de Manuel Zelaya (2006-2009) perdieron la vida cinco comunicadores. En los seis meses del mandato de Roberto Micheletti (junio de 2009-enero de 2010) hubo un periodista asesinado.
En 2010 se reportó la mayor cantidad de periodistas muertos, al contarse 10 asesinatos, y en 2012 la cifra fue de 9, según el recuento del Conadeh.
El único caso en el que ha habido sentencia contra los criminales ha sido en el asesinato del periodista Georgino Orellana, asesinado el 20 de abril de 2010.