La Ceiba, Honduras.
A un costo de aproximadamente un millón de dólares (unos 25 millones de lempiras), la empresa Comercial Laeisz puso a funcionar los tres motores en la subestación San Isidro, de La Ceiba, en restitución de los que fueron incendiados este 4 de mayo.
Estos equipos fueron destruidos por desconocidos en protesta por los racionamientos constantes de energía en esta ciudad.
Cada uno de los motores genera un mega de energía. Con la puesta en marcha de estas turbinas, la compañía suma unos 20 megas que han contribuido para que en la actualidad no se presenten apagones en esta zona del país.
Vandalismo
Todavía no se ha hecho público el informe técnico del Cuerpo de Bomberos en cuanto al incendio de los motores en la subestación San Isidro; sin embargo, todo apunta que fue producto del vandalismo por parte de desconocidos. |
“Ya están generando los tres motores que se reemplazaron, y eso es bueno. Hubo un cuarto motor que sufrió daños durante el incendio pero que igual se sacó porque no se conocen las condiciones en las que pudo haber quedado y está en evaluación por la empresa que los distribuye”, manifestó Gerardo Moreno, representante de Comercial Laeisz.
El ejecutivo dijo además que con los megas que están generando ya no se presentarán racionamientos de energía en el litoral atlántico. “Se acabaron los apagones y si ha habido es por mantenimientos o algún problema de lluvias. El suministro de energía ya está garantizado para La Ceiba”, aseguró.
La térmica de La Ensenada también ya entró en funcionamiento generando unos 17 megas que sumados a los 20 que abastecen en la central térmica de la Melgar y los 20 de la San Isidro suman alrededor de 57 megas. “Con la entrada de esta generación se ayuda a estabilizar los niveles de voltaje. Antes que no había generación se necesitaba despejar algunos circuitos, pero ahora vamos a tener la continuidad del servicio”, apuntó Víctor Cacho, de la Empresa Energía Honduras. La Ceiba tiene una demanda de unos 65 megas de energía en horas pico y unos 110 todo el litoral atlántico. Comercial Laeisz aporta unos 57 megas, el resto se obtiene a través de la interconexión eléctrica que llega de la represa El Cajón y generadoras privadas a las cuales el Gobierno les compra energía.
Esta zona sufrió de apagones por más de un año y hasta por seis horas diarias, lo que originó protestas en las calles, hasta que el Gobierno adquirió los megas necesarios mediante un contrato con Comercial Leisz, con duración de tres años y opción a prórroga.