El incremento en la tarifa de energía eléctrica de los consumidores por la vía de un ajuste al pliego tarifario vigente parece inevitable por el fracaso de la Enee en la renegociación de los millonarios térmicos se centraron en la revisión de los cargos fijos financieros, cargo variable de combustible, cargos fijos de operación y mantenimiento, cargo variable de operación y mantenimiento, cálculo de intereses y aplicación de pago, aspectos técnicos de despacho, pago de impuesto y fechas de pago y tasa de cambio aplicada.
La propuesta presentada por la estatal resalta la importancia de que la Enee recobre su solvencia financiera mediante un plan de recuperación integral, dentro del cual es necesario plantear una revisión de los cargos contractuales con los generadores térmicos.
Se estableció la necesidad de modificar las fórmulas contenidas en los contratos, ya que está comprobado que los márgenes de utilidad de las compañías se incrementaron en la misma proporción que se incrementaron los costos de los combustibles en el mercado internacional.
Por cargos fijos financieros, cargos variables y fijos de operación y mantenimiento, así como por cargos variables de combustibles, las compañías facturaron mensualmente 74.8 millones de dólares, unos 1,519.9 millones de lempiras, pero la subcomisión de renegociación proponía una reducción de hasta 65.7 millones de dólares, es decir, un ahorro mensual de más de 9.0 millones a favor del Estado.
Con esta renegociación, el Gobierno esperaba reducir la factura anual y contribuir a disminuir las pérdidas financieras.
El informe concluye: “Ninguna de las compañías aceptó modificar ninguno de los cargos que se derivan de los contratos suscritos”. Coincidieron en que “la recuperación integral de la Enee tiene que centralizarse en otros puntos como la recuperación de las pérdidas y no en la modificación de los contratos”.
Mientras tanto, la población sigue golpeada por los intempestivos y arbitrarios racionamientos y por los altos costos que debe pagar por la energía.
Pagos
Según el documento, los representantes de estas compañías condicionaron la negociación de los contratos vigentes a que el Gobierno los extienda una vez que concluya su tiempo de duración. Para el caso se cita que la empresa Elcosa condicionó una posible negociación de los costos fijos financieros (CFF) y los cargos variables de combustibles (CVC) a una extensión de su contrato actual.
Los representantes de Emce-Enersa expresaron su interés en una modificación de los cargos en función de un aumento de factor de planta que mantiene en la actualidad, quedando la Enee pendiente de estudiar ambas propuestas y responderlas.
La subcomisión aclaró que el objetivo de la renegociación no era hacer una “auditoría especial a las compañías”, sino señalar los márgenes de utilidad esperados en los que las empresas térmicas podrían sustentar su aporte voluntario a la recuperación integral de la Enee.
En relación con los pagos de las tasas de interés y metodología de cálculo a las compañías, la Procuraduría General de la República y la Comisión Nacional de Bancos y Seguros señalaron que existe “incompatibilidad técnica importante”, ya que los contratos están dolarizados y la tasa de interés aplicable es la tasa en dólares en lugar de la tasa en lempiras que se ha utilizado.
Pago insostenible
Se estima que la Enee destina el 94% de sus ingresos totales al pago de las empresas de generación térmica: Elcosa, Emce, Luffusa y Enersa.
Según representantes de la Comisión Nacional de Energía, el Estado eroga 400 millones de lempiras mensuales solo en pago de ajustes y costos fijos, lo cual es insostenible frente a la situación financiera de la empresa y el Gobierno.
Un informe de la Secretaría de Finanzas reveló que en 2011 las térmicas generaron menos del 58% de la energía total del sistema interconectado de la estatal, pero en contraste estas compañías absorbieron el 82% de los ingresos procedentes de la facturación. Esa diferencia obedece a los altos costos por kilovatio hora establecidos en los contratos, las alzas de los derivados del petróleo en el mercado internacional que al final impactan en los cargos variables y los costos fijos que los generadores cobran, trabajen o no sus plantas de energía.
Según este informe, por cada lempira procedente de la venta de electricidad a todos los sectores (residencial, industrial y Gobierno), las empresas térmicas cobraron 82 centavos.
En 2011, la Enee canceló a los térmicos 14,608.4 millones de lempiras, que significaron el 81.9% del total de la venta de energía, que fue de 17,833.2 millones de lempiras.
Según Finanzas, los generadores privados recibieron 12,417 millones de lempiras por cargo variable y alrededor de 2,200 millones por costo fijo, es decir, el pago que se hace a las compañías trabajen o no las plantas generadoras.
El único recurso que le ha quedado al Gobierno ha sido buscar una renegociación de los contratos, pero ha sido imposible lograrlo por la negativa de estos a modificarlos en los términos que se encuentran pactados.
Se hizo una exhaustiva revisión de los contratos con los titulares de la Procuraduría y la Comisión Nacional de Bancos y Seguros y se llegó a la conclusión que estos son legales y no se pueden modificar porque “estamos en un Estado de derecho”, dijo el comisionado presidente de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Napoleón Soto Velásquez.
“Legalmente no podemos hacer nada porque los contratos fueron firmados por las autoridades que en ese momento representaban al país y solo nos queda esperar su vencimiento para no seguir otorgando los beneficios que están contemplados en los mismos”, manifestó.
Soto dijo que hay varias cosas contempladas en los contratos que causan enorme perjuicio económico al Estado, especialmente la fórmula de cálculo de los combustibles, ya que en la medida que los costos del petróleo suben a nivel internacional, las compañías térmicas ganan.
Señaló que en vista de que varios de estos contratos vencen en los próximos años, las nuevas autoridades deberán rescindir la relación con esas empresas y tomar la decisión de no ampliarlos.
“Los componentes que comprenden esos contratos a estas alturas ya no se pueden seguir pagando porque los combustibles han disparado los precios, mientras la tarifa sigue siendo la misma porque lo que sube es el renglón de ajuste por combustibles. Es decir que una persona que paga 200 ahora paga 272 por ese ajuste”. Soto explicó que muchos de los cargos o componentes contemplados en los contratos ya no tienen razón de ser en vista de que las compañías ya pagaron la maquinaria a los bancos que los financiaron.
Las empresas térmicas se niegan a realizar una revisión de los costos fijos, aduciendo que la rebaja de un centavo provoca descapitalización de sus inversiones, cuando es sabido que sus equipos han sido pagados con creces desde hace muchos años, dijo el presidente del sindicato de la Enee, Miguel Aguilar.
Manifestó que lo que ayuda a la Enee a amortiguar los costos de generación térmica es la producción renovable pública y ejemplificó que, de 26,000 millones de ingresos obtenidos de los abonados, unos 20,000 millones son para pagar energía térmica.
Plan de rescate y tarifas
La adopción del plan de rescate de la Enee, presentado recientemente al Congreso Nacional, depende indefectiblemente de la renegociación de los contratos con estas cuatro empresas; de lo contrario, el Gobierno se verá obligado a aplicar severas medidas de reducción del gasto, entre ellas acortar los subsidios y ajustar la tarifa en perjuicio del pueblo hondureño, según fuentes consultadas.
Ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con las térmicas, según fuentes, las autoridades de la Enee se verán en la obligación de solicitar a la Comisión Nacional de Energía autorizar un nuevo ajuste a las tarifas de electricidad y modificar el pliego tarifario vigente.
El actual pliego fue aprobado en enero de 2009 y termina su vigencia en diciembre de 2013, pero legalmente la Enee puede solicitar una revisión si el costo de los combustibles, específicamente búnker y diésel, sobrepasa las proyecciones anuales, dijo Rolando Castillo, jefe de la división de contratos de la Enee.
Castillo informó que la estatal presentó a la Comisión Nacional de Energía una solicitud para ajustar la tarifa en barra debido a que los costos del búnker y el diésel sobrepasaron las proyecciones de este año. Esperan que resuelvan en los próximos días para que entre en vigor en mayo.
La tarifa en barra se calcula con base en los parámetros del costo del kilovatio hora de energía renovable y de energía térmica.
Entre enero y febrero se facturaron más de 1,410 millones de lempiras. De ellos, 410 millones corresponden al sector residencial, 510 millones al comercial, 380 millones al industrial y 110 millones al Gobierno y municipalidades.
De ese valor, Castillo dijo que la factura térmica anda entre 1,380, 1,420 y 1,450 millones de lempiras, dependiendo de la evolución del combustible en el mercado internacional. “Prácticamente todos los ingresos de la Enee corresponden a la factura que los térmicos tienen con la empresa”. Castillo explicó que el ajuste por combustibles se cobra a los abonados, pero todo va a los bolsillos de compañías térmicas.
Indicó que, de acuerdo con la Ley Marco de Energía, la tarifa se ajusta cada cinco años, pero la empresa puede modificar la tarifa en barra cada año si el costo de combustible se eleva más allá de las proyecciones y cuando el ajuste sobrepasa el 100%.
“Se hizo una revisión de tarifa en barra para este año y estamos esperando la resolución de la Comisión Nacional de Energía porque con base en ley debe revisarla y aprobarla. No tengo el detalle exacto, pero se manejó con base en las alzas de combustibles del año pasado”, dijo
Sindicato se opone
El presidente del Stenee indicó que los trabajadores están en contra de un ajuste de la tarifa mientras no se determine cuál será el aporte de los generadores privados de energía térmica al rescate de la estatal.
“De hacerle un ajuste a la tarifa de electricidad, primero se tiene que revisar el aporte del grupo térmico, los resultados del plan de ahorro de energía en todo el país y el resultado de las inversiones de recuperación de pérdidas, entonces con esas tres líneas se puede llegar a la población”, dijo.
Aguilar indicó que dentro del plan de rescate se contemplan 15 líneas claves para reducir los gastos de la empresa, dentro de los cuales están la eliminación del subsidio a unos 250 mil abonados y el ajuste de la tarifa, pero esto último está condicionado a la renegociación de los contratos de energía térmica.
No hay ninguna solicitud de ajuste a tarifa
El presidente de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Napoleón Soto, le aseguró a LA PRENSA que no existe una solicitud formal de las autoridades de la Enee para que se apruebe un ajuste a las tarifas de electricidad.
“No hay ninguna propuesta oficial. Se mandó un plan de rescate al Congreso Nacional que está en discusión, pero formalmente tiene que venir a la comisión una propuesta de tarifa y esa no ha llegado a esta institución”, dijo.
Explicó que las tarifas de electricidad deben ser aprobadas por la CNE cada cinco años y la próxima revisión se realizará en los primeros meses de 2014.
“Vamos a analizar a partir del momento que la Enee nos presente la propuesta de tarifas. La discutimos, la analizamos. Si es congruente, la aprobamos; si no, la devolvemos desfavorable”.