Se quedó solamente con la ropa que vestía y por milagro salió ileso su hijo de cinco años, al que rescató de las llamas.
Después de varias interrupciones de energía, el apartamento donde reside Mirna Bautista en el barrio Lempira tomó fuego. En cinco minutos no le quedaba absolutamente nada de sus pertenencias.
La afligida mujer atribuye el incendio a un cortocircuito provocado, según ella, por los apagones que se reportan en esa zona desde hace varias semanas.
“Eran las 12:30 del mediodía de ayer -martes-. Hubo varios apagones, la luz se iba y volvía. Mi hijo estaba durmiendo en el cuarto y salí afuera a la pila. De repente, al regresar vi llamas. Corrí y saqué a mi hijo. No hubo tiempo para más. Todo se quemó en cinco minutos”, narró.
Todos los electrodomésticos se achicharraron y su ropa y cama quedaron en cenizas. La mujer, que es comerciante de ropa, también perdió la mercadería, por lo que asegura que demandará a la Empresa de Energía Eléctrica (Enee) por los daños. “Voy a proceder para que me lo paguen todo. Todo esto fue por el problema de la energía”.
Los bomberos pasaron el reporte de incendio a la unidad de investigación para determinar cuál fue el origen del fuego.
Un problema diario
Los apagones de electricidad se han vuelto un problema diario de los sampedranos. Pocos residentes se han escapado de las interrupciones de más de una hora, de día y noche. Los microempresarios son uno de los sectores más afectados porque tienen que parar de trabajar cuando no hay fluido eléctrico.
“Nos genera más costos porque se deja de laborar cuando hay energía. Se debe trabajar horas extras para entregar los pedidos a los clientes y hay que darles transporte en la noche a los empleados”, dijo Efraín Rodríguez, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños y Medianos Industriales de Honduras (Ampih).
Los dueños de pulperías también resultan muy afectados.
“Nos afecta mucho cuando no hay energía. Se arruinan los productos como los lácteos. Agarran mal olor. Cuando se va llamo a la Enee y me dicen que están dando mantenimiento a las líneas. Me dan una hora para restablecerla y toca esperar”, dijo Yerlyn Romero, de la pulpería Nolvia en Medina Concepción.
En el sector educativo privado están despachando a los estudiantes a sus casas antes de las 2:00 pm, hora de salida. Las interrupciones de energía desesperan a los alumnos cuando no se dispone del servicio de ventiladores y de aire acondicionado y obliga a las autoridades a suspender actividades.
“En el Intae se suspendieron las clases en los laboratorios de computación y se cancelaron los concursos de la actividad de la Semana del Idioma por falta de energía eléctrica”, escribió Josué Díaz en la red social Facebook de LA PRENSA.
Las amas de casa se siguen quejando porque los apagones ocurren cuando toca hacer la cena o el almuerzo.
“Afecta bastante en el hogar. Lo mejor sería que le avisaran a uno para programarse”, señaló María de Maradiaga.
En el centro de la ciudad no hubo energía ayer por la mañana. El caos vial por la desprogramación de los semáforos se vuelve inevitable para los propios agentes de tránsito.
“Los circuitos se cortan”: Emil Hawit
El alto consumo de energía y la temporada alta de calor están causando el colapso en las líneas de transmisión, señaló Emil Hawit, gerente de la Empresa de Energía Eléctrica (Enee).
“Al tener un alto consumo, las líneas tienden a tener un recalentamiento mucho mayor que en cualquier etapa del año. Eso hace que los circuitos se abran y quiere decir que se cortan ciertos circuitos de energía”.
Hawit aseguró que no hay racionamientos, pero esas fallas son inevitables, por lo que los apagones continuarán.
“La población debe entender que estamos en una época complicada y que el costo de la energía es más alto. Además hay sectores que se roban el 20 y 25%”, dijo Hawit
Señaló que se tiene el más alto consumo de energía de los últimos cinco años.
Agregó que no se puede recurrir a la energía térmica porque resulta excesivamente cara. “Son costos de 0.70 de dólar por kilowatt hora y eso provocaría mucha mayor crisis en la empresa”.