San Pedro Sula, Honduras.
El gran legado que dejó el fallecido padre Saturnino Senis se evidenció en la gran cantidad de personas que entre lágrimas estuvieron ayer en las misas en la catedral San Pedro Apóstol en honor al sacerdote.
Los presentes destacaron el espíritu solidario del padre, quien se dedicó tan apasionadamente a mejorar la vida de los demás que a veces ponía en riesgo la suya por esta noble labor.
“La misa de cuerpo presente siempre es de esperanza porque la vida no termina, solo se transforma. La muerte es un descanso y el padre Saturnino ya está descansando en el Señor, esperando la resurrección para encontrarnos todos en el cielo”, indicó monseñor Miguel Lenihan, obispo de la diócesis de La Ceiba, quien presidió la misa de las 11:00 am en conmemoración al fallecido sacerdote.
“Él era un gran sacerdote, un gran pastor. Un hombre de oración, de amor, de caridad. Él predicaba el gozo del Evangelio siendo un hombre alegre, sonriente, jovial.
Era un sacerdote del pueblo y cumplió realmente con mantener la iglesia muy cercana a la gente”, indicó Lenihan. Karla Salinas, una de las asistentes a la misa, recordó la gran labor del sacerdote.
“Él ayudaba a todos.
Puso en práctica las palabras del señor Jesucristo. Compartía con los ancianos, los enfermos, los niños, hasta los de la calle. Esperamos que todas las personas sigan su ejemplo”, dijo Salinas.
María Ángela Madrid también recordó al sacerdote: “Él fue un ángel. Dedicó la vida a ayudar. Es imposible saber a cuánta gente benefició. Ayudó a miles. A los niños les daba uniformes antes de clases y a las madres pobres, canastas familiares. También daba medicinas y todo tipo de ayudas”.
La cantidad de personas fue tan grande que desde ayer se dejó abierta la catedral todo el día, incluida la madrugada, para que los feligreses le dijeran adiós.
Hoy se realiza una misa a las 6:00 am. Luego se hará la última en honor al padre Senis a las 9:00 am y será oficiada por el obispo de la diócesis, Ángel Garachana.
Luego de esta misa, el padre Senis será sepultado en el cementerio Jardines del Recuerdo.
El gran legado que dejó el fallecido padre Saturnino Senis se evidenció en la gran cantidad de personas que entre lágrimas estuvieron ayer en las misas en la catedral San Pedro Apóstol en honor al sacerdote.
Los presentes destacaron el espíritu solidario del padre, quien se dedicó tan apasionadamente a mejorar la vida de los demás que a veces ponía en riesgo la suya por esta noble labor.
“La misa de cuerpo presente siempre es de esperanza porque la vida no termina, solo se transforma. La muerte es un descanso y el padre Saturnino ya está descansando en el Señor, esperando la resurrección para encontrarnos todos en el cielo”, indicó monseñor Miguel Lenihan, obispo de la diócesis de La Ceiba, quien presidió la misa de las 11:00 am en conmemoración al fallecido sacerdote.
“Él era un gran sacerdote, un gran pastor. Un hombre de oración, de amor, de caridad. Él predicaba el gozo del Evangelio siendo un hombre alegre, sonriente, jovial.
Era un sacerdote del pueblo y cumplió realmente con mantener la iglesia muy cercana a la gente”, indicó Lenihan. Karla Salinas, una de las asistentes a la misa, recordó la gran labor del sacerdote.
 Muchos no pudieron contener las lágrimas por el fallecimiento del cura.
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María Ángela Madrid también recordó al sacerdote: “Él fue un ángel. Dedicó la vida a ayudar. Es imposible saber a cuánta gente benefició. Ayudó a miles. A los niños les daba uniformes antes de clases y a las madres pobres, canastas familiares. También daba medicinas y todo tipo de ayudas”.
La cantidad de personas fue tan grande que desde ayer se dejó abierta la catedral todo el día, incluida la madrugada, para que los feligreses le dijeran adiós.
Hoy se realiza una misa a las 6:00 am. Luego se hará la última en honor al padre Senis a las 9:00 am y será oficiada por el obispo de la diócesis, Ángel Garachana.
Luego de esta misa, el padre Senis será sepultado en el cementerio Jardines del Recuerdo.
