San Pedro Sula, Honduras.
Con amenazas como “carro que circule, carro que quemamos” y “si quiere pasar tiene que pagar”, una turba ha sembrado el miedo en el sector El Carmen, denunciaron habitantes.
El pasado domingo 17 de diciembre por la noche, un grupo de protestantes se tomaron el desvío del segundo anillo, que conduce a las colonias y residenciales del sector El Carmen, dejando inhabilitada la circulación tanto para quienes deseaban entrar o salir de la zona.
Durante el lunes y martes, los habitantes de al menos 15 colonias no pudieron salir de sus casas a realizar su rutina diaria, y quienes lo intentaron lo hicieron bajo el riesgo de recibir algún tipo de agresión por parte de los manifestantes, que día y noche permanecieron en el lugar.
Fue hasta la tarde de ayer que la zona estuvo despejada gracias a que elementos de seguridad realizaron por la mañana el desalojo de varios encapuchados.
Charol Rodríguez, residente de El Ocotillo, donde al menos 4,573 familias resultaron afectadas, indicó que aunque dentro de las comunidades no ha habido disturbios ni actos vandálicos, sí recibieron órdenes por parte de manifestantes que no salieran del sector mientras están las tomas, “y si lo hacen deben atenerse a las consecuencias”.
“Yo trabajo en el centro y me ha sido imposible ir a trabajar, al igual que los demás vecinos. Prácticamente estábamos secuestrados en nuestras propias casas”, refirió Rodríguez.
Con amenazas como “carro que circule, carro que quemamos” y “si quiere pasar tiene que pagar”, una turba ha sembrado el miedo en el sector El Carmen, denunciaron habitantes.
El pasado domingo 17 de diciembre por la noche, un grupo de protestantes se tomaron el desvío del segundo anillo, que conduce a las colonias y residenciales del sector El Carmen, dejando inhabilitada la circulación tanto para quienes deseaban entrar o salir de la zona.
Durante el lunes y martes, los habitantes de al menos 15 colonias no pudieron salir de sus casas a realizar su rutina diaria, y quienes lo intentaron lo hicieron bajo el riesgo de recibir algún tipo de agresión por parte de los manifestantes, que día y noche permanecieron en el lugar.
Fue hasta la tarde de ayer que la zona estuvo despejada gracias a que elementos de seguridad realizaron por la mañana el desalojo de varios encapuchados.
Charol Rodríguez, residente de El Ocotillo, donde al menos 4,573 familias resultaron afectadas, indicó que aunque dentro de las comunidades no ha habido disturbios ni actos vandálicos, sí recibieron órdenes por parte de manifestantes que no salieran del sector mientras están las tomas, “y si lo hacen deben atenerse a las consecuencias”.
“Yo trabajo en el centro y me ha sido imposible ir a trabajar, al igual que los demás vecinos. Prácticamente estábamos secuestrados en nuestras propias casas”, refirió Rodríguez.
Abastecimiento
Aprovechando que ayer el panorama mejoró, muchos residentes salieron a los supermercados para abastecerse de alimento y a los bancos, por temor a que en los próximos días la situación vuelva a complicarse. De igual forma, las gasolineras ubicadas en el cuadrante lucieron abarrotadas.
Susan López, moradora de residencial Salamanca, señaló que su papá recibe diálisis en el Seguro Social y no ha podido tener el tratamiento médico, lo cual le causa complicaciones.
La Policía anunció que tendrán operativos permanentes en este sector y otros puntos críticos de la ciudad para evitar que regresen la tomas en calles de la ciudad.
