La reconocida teatrista y declamadora hondureña Lucy Ondina Matamoros falleció el sábado en Tegucigalpa a los 97 años, a causa de una neumonía que le afectó a inicios de la presente semana, informó la familia.
“Poco antes de morir, hacia las 16:20 horas locales (22:20 GMT), se puso a declamar poemas, pese a que estaba muy mal de salud”, agregó.
Natural de La Ceiba, en el Caribe de Honduras, Lucy Ondina nació el 6 de agosto de 1925. Se inició en el arte en la Radio Monserrat, en el decenio de los 50 del siglo pasado, y luego pasó a Radio América, ambas de Tegucigalpa, en las que fue actriz de radionovelas.
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Como actriz se formó en la Escuela Nacional de Teatro, de la que después fue subdirectora, además de actuar en el Teatro Infantil, dirigido por Mercedes Agurcia.
En las tablas, Lucy Ondina, quizá la mejor declamadora nacional, integró el Teatro Popular Universitario, figurando en muchas obras, como en “La puta respetuosa”, de Jean-Paul Sartre.
El día de su 97 cumpleaños, su sobrina Lucila Funes dijo que “quienes la conocemos sabemos bien que las ideas se atropellan en su cabeza, y que, entre sus muchos deseos, tiene pendiente repasar los poemas de Federico García Lorca”.
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“Y la recuerdo cuando, por las noches, cambiaba su ropa de fatiga por un vestido verde (su color favorito) o negro, que le tapaba los tobillos para inundar con su voz el salón del Teatro de la Cultura, de Tegucigalpa, con el ‘Canto Negro’, el ‘José Ramón Cantaliso’, de Nicolás Guillén, o con la combativa poesía de “Vámonos patria a caminar”, de Otto René Castillo”, añadió.
Aunque agobiada por algunas dolencias propias de su edad, Lucy Ondina cumplió sus 97 años abrazada por familiares cercanos y un pequeño grupo de amigos, a los que sorprendió en varios momentos al declamar fragmentos cortos de poemas de García Lorca, Nicolás Guillén, Roque Dalton y el hondureño José Adán Castelar.
En opinión de su hija, Mayra Henríquez, quien reside en México, “hablar de Lucy Ondina es hablar de la pasión, de la emoción, de la entrega al arte, a la sensibilidad y al amor que provoca en todas las manifestaciones de los géneros artísticos”.
“Pero su esencia, su raíz, su amor, su pasión, estaba totalmente en el teatro. Después de una carrera artística en las radionovelas, incursionó con éxito en el teatro, dirigida por Francisco Salvador, entre otros”, indicó Mayra en el cumpleaños 97 de su madre.
Lucy Ondina se retiró de los escenarios hace tres años, con un recital de poesía, lo que durante muchos años alternó con el teatro.
Su 97 cumpleaños lo disfrutó mucho, se tomó un whisky y estuvo declamando fragmentos de poemas, como el que reza: “No solo yo disfruto de la belleza de este amanecer... una mano, más otra mano, no son dos manos, son manos unidas, une tus manos a nuestras manos para que Honduras no esté en pocas manos, sino en todas, en todas las manos”, de su amigo José Adán Castelar, ya fallecido.