El centro penal de este municipio sigue siendo una amenaza por estar en el centro histórico de este municipio y porque además está en pésimas condiciones. También se le ha calificado como “una bomba de tiempo”.
La superpoblación es una de las grandes preocupaciones en este recinto, donde el hacinamiento y las enfermedades están acechando a los privados de libertad.
Desde hace varios años se gestiona el traslado de este presidio a una zona fuera de la ciudad, pero hasta los momentos ningún intento ha acaparado la atención del Gobierno central al que le exigen una solución.
“Ya están identificados los terrenos, solo falta el dinero para comprarlos. Es una necesidad sacar este centro penal de la ciudad por el peligro que representa para los habitantes que viven cerca y los establecimientos que están a su alrededor”, dijo Jorge Leónidas García, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Trujillo, y miembro del comité que gestiona el traslado de este recinto. Según informaciones brindadas por el empresario los terrenos que se pretende comprar se encuentran en el sector de Honduras Aguán y son unas 100 manzanas que pertenecen a una institución bancaria.
“Son más de 2 millones de lempiras los que se necesitan para comprarlos, pues éste es el sitio indicado para que funcione el centro penal o una moderna granja penal donde los internos puedan rehabilitarse”, expresó García.
La capacidad de este presidio es para 150 internos pero en la actualidad ya la sobrepasó al albergar a más de 322 reclusos.
“Esto hace que haya un verdadero hacinamiento porque se ha duplicado la capacidad de este centro y así es más difícil que los individuo puedan rehabilitarse como debería”, señaló Juan Andrés, director de este recinto. La población aledaña también demanda un nuevo presidio.
