San Pedro Sula, Honduras.
Lo que parecía una simple fiebre llevó a la muerte a Fernando Antonio Martínez (22). El joven es la primera víctima mortal del síndrome de Guillain Barré, derivado del virus del Zika.
Martínez comenzó a sentir malestar en el cuerpo y temperatura alta el pasado ocho de febrero, tres días después fue llevado por su madre, doña Marina Martínez al hospital Mario Catarino Rivas.
“Yo le dije que a lo mejor tenia zika y cuando llegamos al hospital la doctora que lo atendió solo le dio pastillas de acetominofén”, comentó la señora.
Al regresar al hogar la familia comenzó a cuidar al joven y siguieron el tratamiento médico, pero el domingo 13 de febrero Fernando ya no se levantaba de la cama, por lo que los padres alarmados decidieron llevarlo a la clínica Cristiana, donde el doctor que lo evaluó, al ver que las piernas no reaccionaban lo remitió de emergencia al Mario Rivas.
El joven fue ingresado de inmediato por tener el síndrome Guillain-Barré. Estuvo en tratamiento, pero debido a que su salud se complicó, el 18 de febrero lo ingresaron a la unidad de Cuidados Intensivos, donde falleció al día siguiente.
“No esperábamos que nos podía pasar esto. Mirábamos las noticias de esa enfermedad y en pocos días acabó con la vida de nuestro hijo, estamos resignados porque son decisiones de Dios y no está en nuestras manos evitar que esas cosas sucedan”, relató entre lágrimas Marina.
Sueños
Fernando Martínez, quien era originario de Yoro, creció en la 8 calle, del barrio Sunseri, su primaria la cursó en el Centro Básico Presentación Centeno y el nivel secundario en el instituto José Trinidad Reyes, egresando como Perito Mercantil.
Martínez estaba alegre porque dos meses antes de enfermar había conseguido trabajo como soldador. Estaba motivado y tenía planeado sacar un curso de soldadura en el Instituto de Formación Profesional (Infop).
Por haberse criado en una zona vulnerable, en algún tiempo Fernando tuvo malas amistades que lo metieron en el mundo de los vicios, pero recapacitó al ver a su padre preso. Se alejó de lo malo y les prometió a sus progenitores que sería una persona de bien.
“En la casa solo vivíamos mi esposo, Fernando y yo, por lo que ahora los días son muy tristes, en las tardes que regresaba del trabajo yo le servía su comida, mi consuelo es que murió de forma natural y no como ese montón de jóvenes que son asesinados y hallados embolsados”, agregó la madre.
Reacción
Fue hasta ayer que las autoridades de Salud confirmaron la muerte de Martínez como la primera víctima de Guillain-Barré. Francis Contreras, viceministro de Salud, informó que “hay una conexión fuerte con el virus del Zika”, tras señalar que en el ámbito nacional ya se registran 57 casos de esta enfermedad. “Según las autoridades del Mario Rivas, la muerte del paciente, ocurrió el 19 de febrero y que ese mismo día se le notificó a la Secretaría de Salud.
Luisa María Pineda, epidemióloga, dijo que le dieron todos los medicamentos, pero no resistió. “Tuvo una insuficiencia respiratoria”.
Lo que parecía una simple fiebre llevó a la muerte a Fernando Antonio Martínez (22). El joven es la primera víctima mortal del síndrome de Guillain Barré, derivado del virus del Zika.
Martínez comenzó a sentir malestar en el cuerpo y temperatura alta el pasado ocho de febrero, tres días después fue llevado por su madre, doña Marina Martínez al hospital Mario Catarino Rivas.
“Yo le dije que a lo mejor tenia zika y cuando llegamos al hospital la doctora que lo atendió solo le dio pastillas de acetominofén”, comentó la señora.
Al regresar al hogar la familia comenzó a cuidar al joven y siguieron el tratamiento médico, pero el domingo 13 de febrero Fernando ya no se levantaba de la cama, por lo que los padres alarmados decidieron llevarlo a la clínica Cristiana, donde el doctor que lo evaluó, al ver que las piernas no reaccionaban lo remitió de emergencia al Mario Rivas.
El joven fue ingresado de inmediato por tener el síndrome Guillain-Barré. Estuvo en tratamiento, pero debido a que su salud se complicó, el 18 de febrero lo ingresaron a la unidad de Cuidados Intensivos, donde falleció al día siguiente.
“No esperábamos que nos podía pasar esto. Mirábamos las noticias de esa enfermedad y en pocos días acabó con la vida de nuestro hijo, estamos resignados porque son decisiones de Dios y no está en nuestras manos evitar que esas cosas sucedan”, relató entre lágrimas Marina.
Sueños
Fernando Martínez, quien era originario de Yoro, creció en la 8 calle, del barrio Sunseri, su primaria la cursó en el Centro Básico Presentación Centeno y el nivel secundario en el instituto José Trinidad Reyes, egresando como Perito Mercantil.
Martínez estaba alegre porque dos meses antes de enfermar había conseguido trabajo como soldador. Estaba motivado y tenía planeado sacar un curso de soldadura en el Instituto de Formación Profesional (Infop).
Por haberse criado en una zona vulnerable, en algún tiempo Fernando tuvo malas amistades que lo metieron en el mundo de los vicios, pero recapacitó al ver a su padre preso. Se alejó de lo malo y les prometió a sus progenitores que sería una persona de bien.
“En la casa solo vivíamos mi esposo, Fernando y yo, por lo que ahora los días son muy tristes, en las tardes que regresaba del trabajo yo le servía su comida, mi consuelo es que murió de forma natural y no como ese montón de jóvenes que son asesinados y hallados embolsados”, agregó la madre.
Reacción
Fue hasta ayer que las autoridades de Salud confirmaron la muerte de Martínez como la primera víctima de Guillain-Barré. Francis Contreras, viceministro de Salud, informó que “hay una conexión fuerte con el virus del Zika”, tras señalar que en el ámbito nacional ya se registran 57 casos de esta enfermedad. “Según las autoridades del Mario Rivas, la muerte del paciente, ocurrió el 19 de febrero y que ese mismo día se le notificó a la Secretaría de Salud.
Luisa María Pineda, epidemióloga, dijo que le dieron todos los medicamentos, pero no resistió. “Tuvo una insuficiencia respiratoria”.
