San Pedro Sula, Honduras.
El único elevador que estaba habilitado en el Mario Rivas dejó de funcionar y el personal ha tenido que ingeniárselas para movilizar a los pacientes dentro del sanatorio.
“Hace dos semanas que comenzamos a tener problemas con el elevador y la empresa que da el mantenimiento ha estado trabajando para tratar de repararlo, pero es difícil porque los ascensores ya están obsoletos y encontrar los repuestos nos ha costado”, expresó Ledy Brizzio, directora del hospital.
Brizzio añadió que actualmente solo funciona el elevador que es para el traslado de la alimentación, pero que se han establecido horarios para que algunos pacientes puedan ser llevados a hospitalización por ese medio.
Además la 105 Brigada de Infantería ha delegado un grupo de militares para que ayuden a cargar a los pacientes por las gradas.
Susana Prieto, directora de la fundación que administra el Rivas, explicó que “gracias a los fondos que hemos recibido se pudieron comprar nuevos elevadores, pero tenemos que esperar que los construyan a la medida y luego los envíen. Esperemos tenerlos aquí para agosto y que en septiembre ya estén colocados y habilitados para los pacientes”, indicó.
Algunos pacientes son bajados en hombros por sus familiares.
El único elevador que estaba habilitado en el Mario Rivas dejó de funcionar y el personal ha tenido que ingeniárselas para movilizar a los pacientes dentro del sanatorio.
“Hace dos semanas que comenzamos a tener problemas con el elevador y la empresa que da el mantenimiento ha estado trabajando para tratar de repararlo, pero es difícil porque los ascensores ya están obsoletos y encontrar los repuestos nos ha costado”, expresó Ledy Brizzio, directora del hospital.
Brizzio añadió que actualmente solo funciona el elevador que es para el traslado de la alimentación, pero que se han establecido horarios para que algunos pacientes puedan ser llevados a hospitalización por ese medio.
Además la 105 Brigada de Infantería ha delegado un grupo de militares para que ayuden a cargar a los pacientes por las gradas.
Susana Prieto, directora de la fundación que administra el Rivas, explicó que “gracias a los fondos que hemos recibido se pudieron comprar nuevos elevadores, pero tenemos que esperar que los construyan a la medida y luego los envíen. Esperemos tenerlos aquí para agosto y que en septiembre ya estén colocados y habilitados para los pacientes”, indicó.
Algunos pacientes son bajados en hombros por sus familiares.
