Como un mensaje muy positivo a la comunidad internacional y a los inversionistas calificaron los empresarios el acuerdo alcanzado por representantes del Gobierno de Honduras y del Fondo Monetario Internacional, FMI, para la firma de un programa “stand by”, por 18 meses, que vencerá en marzo de 2012.
El acuerdo permitirá al país acceder a asistencia financiera por 196 millones de dólares en apoyo precautorio de balanza de pagos.
Adicionalmente se accederá a un financiamiento por 220 millones de dólares -4,158 millones de lempiras- para apoyo presupuestario durante el ejercicio fiscal 2011.
Los recursos serán facilitados por el Banco Mundial, BM, y por el Banco Interamericano de Desarrollo, BID.
Tras casi seis meses de acercamientos, representantes de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés, CCIC, dijeron que la aprobación representa una carta de garantía y le permite al país acceder a organismos financieros que prestarán recursos para desarrollar muchas obras de infraestructura que traerán bienestar a los hondureños.
Los empresarios de la zona norte buscan ahora una reunión con el ministro de Finanzas, William Chong Wong, para “ver las proyecciones más concretas para el resto del año y el 2011”.
Confianza
El presidente de la Asociación Nacional de Industriales, Andi, Adolfo Facussé, señaló que “cuando se tiene un acuerdo con el Fondo, hay más seguridad en que el gobierno está siguiento una política económica responsable y definitivamente contribuye al clima de inversiones del país. Por eso nos alegra que se haya llegado a un acuerdo, porque eso implica que se mantiene la estabilidad y se está tratanto de reducir la masa salarial, que era la principal demanda por parte del FMI. Estamos positivos, muy contentos”.
El presidente de la Federación Nacional de Ganaderos de Honduras, Fenagh, Leopoldo Durán, dijo que es “fabuloso porque se van a concretar varios proyectos en un sector que ha estado deprimido y que es la principal actividad económica del país, el agro, el cual desafortunadamente, por años, los Gobiernos sólo han utilizado con fines proselitistas”.
Sin embargo, pidió al Gobierno enfocarse ahora en definir reglas claras en el aspecto jurídico “ya que definitivamente no somos sujetos de crédito por parte de la banca privada, precisamente por la inseguridad jurídica que existe. No sólo está el factor económico sino también la seguridad jurídica y personal”.
Para Manuel Bautista, presidente del Colegio Hondureño de Economistas, CHE, el acuerdo “también hará que el riesgo país disminuya, lo que permite tener mayor credibilidad a nivel internacional”. Además, los recursos que vienen permitirán apoyar la balanza de pagos, lo que significa una mayor sostenibilidad de la moneda y de las reservas internacionales. “Habían 400 millones de dólares que estaban esperando y ahora podrán ser desembolsados”, añadió.
Respiro y disciplina
“Esto nos da un respiro a las graves dificultades que en materia fiscal se estaban enfrentando”, dijo la presidenta del Banco Central de Honduras, BCH, María Elena Mondragón. “Es muy importante haber llegado a este acuerdo, pero es más importante mantener una disciplina porque de esto depende que la estabilidad macroeconómica se recupere”. Agregó que se procurará aplicar políticas económicas coherentes, responsables, y que vuelvan viable al país en materia económica, social y política.
Según la ministra de la presidencia, María Antonieta Guillén de Bográn, resaltó que reencauzar al país por la ruta de crecimiento supone “no sólo del compromiso de Banco Central o de la Secretaría de Finanzas, como representantes ante el fondo, sino también de todos para que realmente el país vuelva a la ruta del crecimiento y de la responsabilidad fiscal”.
La funcionaria agradeció a las comisiones que se reunieron con los representantes del FMI, y aclaró que la firma de un acuerdo no significan condiciones que el país no pueda cumplir. “Hemos mantenido un marco de comprensión y de respeto, y construido un programa de beneficio para los hondureños bajo los parámetros del FMI. Hoy damos el primer paso, que continúa con una aprobación del directorio en octubre”, cuando se firme el acuerdo.
El jefe de la misión del FMI, el polaco, Przemek Gajdeczka, señaló que “para lograr esos objetivos, las autoridades están comprometidas a mejorar la administración y recaudación tributaria, controlar el gasto corriente, incluyendo la masa salarial, focalizar el gasto social hacia los más pobres y mejorar la posición financiera de las principales empresas públicas y fondos de pensiones”, puntualizó.
Cinturón al gasto corriente y control tributario
El acuerdo con el FMI se basa en dos puntos principales: contención del gasto corriente y crecimiento de las recaudaciones tributarias.
El recorte del gasto se refleja en el recién presentado Presupuesto 2011, que empezará a ser discutido por el Congreso en la próxima semana; mientras que en el tema de recaduación el Gobierno aprobó a finales de marzo la Ley de Fortalecimiento de Ingresos, Equidad Social y Racionalización del Gasto Público, con la que se augura un auge recaudatorio a partir del año 2011. Para el presente año se calculó recaudar 43,262 millones de lempiras en impuestos, pero según entendidos la meta no se cumplirá. Para 2011 se proyectan ingresos de 63,100 millones. Las nuevas medidas fiscales fueron evaluadas por el FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el Banco Mundial y la Dirección Ejecutiva de Ingresos, DEI.
El acuerdo descarta la devaluación del lempira ante el dólar según manifestaron las autoridades hondureñas en la visita previa del FMI.
