Los conflictos entre las cúpulas políticas terminaron afectando a empleados de segunda y tercera categoría dentro del Tribunal de Justicia Electoral (TJE), quienes fueron llamados a declarar.
Sin tener “vela en el entierro”, según su versión, al menos 13 empleados del TJE fueron citados por la Unidad Especializada contra Delitos Electorales (Uecde) para rendir declaración ante el Ministerio Público (MP) sobre los recientes acontecimientos en el ente electoral.
Sin temor a represalias -y convencidos de no haber cometido irregularidades-, pero con el nerviosismo propio de la situación, cuatro de los citados acudieron a las instalaciones del MP para conocer los motivos de la citación.
Los enfrentamientos entre los magistrados del TJE, Mario Flores, Mario Morazán y Mirian Barahona, a raíz de la aprobación de la inclusión del diputado Jorge Cálix en la papeleta electoral del departamento de Olancho, provocaron una crisis interna en el Tribunal.
Estas decisiones, que parecen tener más tintes políticos que legales, terminaron involucrando a personal técnico y administrativo del TJE que, según su versión, no tienen relación con los intereses en disputa.
Uno de los citados expresó brevemente al ingresar al MP: “No sé por qué nos llamaron. Yo solo tomé una foto y ya”. Los demás prefirieron no dar declaraciones en la sede del MP, ubicada en la colonia Lomas del Guijarro, en Tegucigalpa.
Se prevé que el resto de los empleados citados comparezcan mañana para rendir su testimonio ante las autoridades.
Por el momento, se desconoce si los magistrados propietarios del TJE deberán también brindar declaración.