El intercambio de cortesías entre Honduras y El Salvador durante la Semana Morazánica se transformó en un pequeño roce diplomático. Lo que comenzó como un gesto amistoso con “regalos” a los turistas —agua fría, helados y abanicos— terminó generando declaraciones cruzadas entre ambos gobiernos.
El Ministerio de Turismo de El Salvador a través de su programa oficial El Salvador Travel difundió un mensaje dirigido a los “hermanos hondureños”, en el que aseguró que, aunque habían recibido autorización para entregar estos obsequios en el lado hondureño de la frontera, las autoridades de Honduras les notificaron que no podían continuar con esa actividad.
“Pero no se preocupen, los esperamos con entusiasmo desde el lado salvadoreño”, dice el comunicado, invitando a los viajeros a disfrutar de las playas, volcanes, parques y centros históricos salvadoreños durante el feriado morazánico.
¡Hermanos hondureños, un mensaje para ustedes!
— El Salvador Travel (@ESATravelSV) October 3, 2025
Queremos que vivan la mejor experiencia en El Salvador. 🇸🇻😎🙌 pic.twitter.com/z7rQEESfbl
La publicación fue ampliamente compartida, pero también provocó una reacción inmediata del Gobierno hondureño. A través de la Secretaría de Prensa, el Ejecutivo de la presidenta Xiomara Castro desmintió “categóricamente” los rumores de suspensión y aseguró que la entrega de agua y bebidas se sigue realizando bajo la coordinación de COPECO.
“El Gobierno continúa realizando la distribución de estos suministros en la frontera con El Salvador”, puntualizó la institución en su cuenta oficial de X.
🚨 ATENCIÓN 🚨
— Secretaría de Prensa de Honduras (@gobprensaHN) October 4, 2025
La Secretaría de Prensa desmiente categóricamente los rumores sobre el supuesto retiro en la entrega de agua o bebidas.
El Gobierno de la presidenta @XiomaraCastroZ , a través de @copecogob, continúa realizando la distribución de estos suministros en la frontera... pic.twitter.com/zida6j8eMw
El episodio ocurre mientras miles de hondureños cruzan diariamente hacia el vecino país, atraídos por la oferta turística salvadoreña y la cercanía de los destinos de playa. La acción de El Salvador, presentada como una muestra de hospitalidad, ha sido interpretada también como una estrategia de promoción turística directa, en medio de la competencia regional por captar visitantes durante el feriado.
Aunque ambos países han expresado su voluntad de mantener una relación fraterna, el incidente deja entrever las sensibilidades que acompañan la gestión fronteriza y la comunicación oficial en plena temporada vacacional.