Víctor Hugo Díaz Morales, alias El Rojo, narcotraficante hondureño que se declaró culpable de tráfico de drogas en 2019 ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York, aguarda sentencia del juez federal Kevin Castel, luego de que su defensa aceptara sin objeciones el informe previo elaborado por la Fiscalía.
En un memorando de sentencia presentado el 27 de septiembre de 2025 clasificó el caso en un nivel total de delitos 43, la calificación más alta dentro de las guías federales de sentencia en Estados Unidos.
Un nivel 43 equivale a la pena máxima prevista, que normalmente es cadena perpetua. Sin embargo, cuando se aplican factores como la cooperación con la justicia, el tribunal puede ajustar la pena hacia abajo.
En el caso de Díaz Morales, la recomendación inicial de la Oficina de Libertad Condicional fue una condena de 360 meses de prisión (30 años), pero no cadena perpetua.
El abogado defensor, Scott Kalisch, solicitó al tribunal una reducción sustancial de la pena por la cooperación brindada durante los juicios contra el exdiputado Juan Antonio “Tony” Hernández.
Según el escrito, el acusado “arriesgó todo para ayudar a desmantelar el narco-Estado que era Honduras”, convirtiéndose en testigo clave en el juicio de “Tony” Hernández, condenado a cadena perpetua en marzo de 2021, después del juicio que se realizó en octubre de 2019.
La Fiscalía pedirá al juez Castel que aplique la norma USSG 5K1.1, una disposición de las guías federales de sentencia que permite reducir significativamente la condena de un acusado que haya colaborado de manera sustancial con las autoridades.
El Rojo formaba parte de una organización internacional de narcotráfico que transportaba cocaína desde Colombia hacia Estados Unidos, pasando por Honduras y Guatemala.
Según la Fiscalía de Nueva York, sus miembros lograron infiltrar varios niveles del Estado hondureño. Durante su cooperación con la justicia estadounidense, Díaz Morales reveló que financió campañas políticas en Honduras.
Testificó que en 2009 entregó 100,000 dólares a la campaña presidencial de Porfirio Lobo Sosa y a la reelección legislativa de Juan Orlando Hernández, quien posteriormente fue presidente (2014-2022).
En el juicio contra “Tony” Hernández, hermano del expresidente, declaró que el narcotráfico aportó millones de dólares en sobornos a cambio de protección.
“Si Juan Orlando llegaba a la presidencia, se tendría todo el poder en Honduras y no habría ningún problema en el tráfico de cocaína”, afirmó en la corte de Manhattan.
Díaz Morales también confesó su historial de violencia: admitió haber participado en el asesinato de 18 personas, disparar a su esposa y ordenar el homicidio de la hija de un rival, de apenas tres años.
La sentencia de El Rojo, preso en una cárcel de Nueva York, aún no ha sido fijada. El juez Castel deberá decidir si la colaboración con la Fiscalía —determinante en procesos contra líderes criminales y en la exposición de nexos entre narcotráfico y política en Honduras— justifica una reducción sustancial de su condena, que en principio podría alcanzar tres décadas de prisión.
Díaz Morales fue extraditado en abril de 2018 desde la Ciudad de Guatemala hacia Estados Unidos, en donde guarda prisión por narcotráfico.