San Pedro Sula, Honduras
La vertiginosa caída de los precios del café preocupa a miles de pequeños productores al extremo que centenares de ellos han realizado manifestaciones en las calles; Jhocersy Bardales y Alvin Noé Ramos, dueños de una pequeña finca, aprovechan el momento de las vacas flacas para organizar una pequeña empresa con la cual exportarán a Estados Unidos.
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asistencias ha ofrecido el CDE-Mipyme a más de 20,000 pequeñas empresas en los últimos cuatro años.
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El desplome de los precios de futuros en el mercado de materias primas de Nueva York, de $203.05 (abril de 2014) a $102 (30 de enero de 2019) motiva a Jhocersy y a su marido a cortar el café en la pequeña finca (de dos manzanas de extensión), ubicada en El Negrito, Yoro, para luego procesarlo artesanalmente y comercializarlo con su propia marca: Café Jireth, delicia de mi tierra.
“Encontramos una gran oportunidad en un momento de crisis. Nosotros ahora le vendemos directamente al consumidor y evitamos pérdidas por los bajos precios que pagan los intermediarios”, dice Bardales.
Esta emprendedora ofrece a L70.00 cada libra de café molido tostado (con pimienta o puro) o en grano tostado. A la vez comercializa polvo de cacao y pinol.
“Nosotros somos productores de café y cacao y soñamos con tener una empresa fuerte. Actualmente, todo lo estamos haciendo artesanalmente porque estamos empezando. Esperamos exportar café a Estados Unidos porque ya nos están pidiendo”, dice Bardales, quien utiliza las redes sociales para promocionar los productos.
| Jhocersy Bardales vende café tostado bajo la marca Café Jireth. Espera
exportar a EEUU. |
Este matrimonio, que reside en El Progreso, Yoro, comenzó la empresa hace año y medio y en este período ha recibido asistencia del Centro de Desarrollo Empresarial de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CDE-Mipyme) para armar la oferta y la estrategia de ventas.
Mientras el matrimonio Bardales Ramos pretende poner el Café Jireth en la mayor cantidad posible de mesas de hogares hondureños, Carmen María Grádiz, quien nunca en su vida había amasado harina de trigo, produce semitas, galletas de mantequilla, enrollados de canela y otras variedades de pan que vende bajo la marca Pandely.
Hace tres años, Grádiz, licenciada en Administración de Empresas y máster en dirección financiera, perdió el trabajo en una cooperativa donde laboró por alrededor de dos décadas. Sin embargo, la condición inesperada de desempleo en la cual cayó “sirvió para ver la vida de manera diferente y poner a trabajar la creatividad”, dice.
Luego de trabajar todos los días con números en la cooperativa, Grádiz se inscribió en un curso de panadería y repostería en El Progreso y a las semanas empezó a producir pan.
“Cuando quedé desempleada me puse a pensar que tenía conocimientos en números, pero no tenía una herramienta para abrir un negocio. Ahora, tengo la meta de convertir esta empresa en un gran negocio”, dice.
Pandely, que opera de manera informal, aún no existe como sociedad mercantil, pero Grádiz solicitó al Servicio de Administración de Rentas la Clave de Autorización de Impresión (CAI) para facturar.
“Estoy en proceso de constitución de la sociedad. Con mi RTN pedí el CAI porque algunas empresas, que son clientes mías, le piden a los pequeños empresarios facturas. Cuando uno no tiene los papeles, pierde la oportunidad de vender”, dice.
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La oficina del Centro de Desarrollo Empresarial de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CDE-Mipyme) en San Pedro Sula está en el segundo piso del supermercado Hiper Antorcha
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Para abrir y desarrollar la empresa, Grádiz buscó apoyo en el CDE-Mipyme. Esta institución la ha capacitado en atención al cliente, venas y le ha permitido participar en ferias comerciales.
“Después de tres años de trabajar de manera independiente me siento satisfecha y me mantengo positiva porque ahora tengo la gran oportunidad de desarrollar mi empresa Pandely”, dice.
Grádiz cree que “de una crisis, un problema, o un despido surge una oportunidad (...). Si las personas que emigran en caravana pensaran diferente encontrarían una solución económica”.
CDE ayuda a emprendedores a descubrir un negocio
El Centro de Desarrollo Empresarial de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CDE-Mipyme) ayudó en 2018 a más de 500 personas a descubrir y desarrollar pequeñas unidades de negocios en el Valle de Sula.
“Capacitamos a mujeres y hombres, les dimos acompañamiento, les enseñamos a hacer planes de negocios, planes de marketing, hicimos unas 10 ferias”, dijo Jennifer Padilla, asesora del CDE.
Mientras Julissa Perdomo explicó que esa organización le “da la bienvenida a emprendedores que solamente tienen una idea o miles de ideas y a las personas que ya tienen un pequeño negocio”.
“Con la metodología Canvas ayudamos al emprendedor a que descubra cual negocio es factible”, dijo Perdomo.