Nueva York, Estados Unidos.
La audiencia para determinar la sentencia contra Fabio Lobo (45), hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa, fue postergada este jueves debido al fallecimiento de un pariente del hijo del exmandatario Lobo Sosa.
Según la Fiscalía del Distrito Sur, “en 2014, Lobo accedió a ayudar a dos supuestos traficantes de droga mexicanos, que eran en realidad fuentes confidenciales que actuaron bajo la dirección de la DEA, con el transporte de una carga de varias toneladas de cocaína a través de Honduras para que los narcóticos pudieran ser importados en los Estados Unidos. A cambio, Lobo iba a recibir un beneficio financiero de una parte de la cocaína”.
La audiencia para determinar la sentencia contra Fabio Lobo (45), hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa, fue postergada este jueves debido al fallecimiento de un pariente del hijo del exmandatario Lobo Sosa.
El hondureño deberá comparecer ante los Tribunales de Nueva York el 09 de noviembre de 2016 a las 4:30 de la tarde.
Hasta el momento no se estableció quién es el pariente de los Lobo que falleció, sin embargo debido a que el abogado del joven se tuvo que encargar de los trámites legales de la defunción no pudo estar presente en la audiencia.
El pasado mayo, el hondureño se declaró culpable de conspirar para el tráfico de droga a Estados Unidos. La audiencia será en el Palacio de Justicia Thurgood Marshall.
Lobo está preso en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York desde hace un año y cuatro meses, y se le podría imponer una condena máxima de cadena perpetua, según ha dicho Preet Bharara, fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York.
El hijo de Pepe Lobo fue detenido en mayo del año pasado en un “operativo trampa” en Haití, que tenía como fin capturarlo, pues la Unidad de Terrorismo y Narcotráfico Internacional de la Fiscalía de Nueva York lo acusó por “conspirar para importar y distribuir varios kilos de cocaína en Estados Unidos”, detallan los expedientes.
Según la Fiscalía del Distrito Sur, “en 2014, Lobo accedió a ayudar a dos supuestos traficantes de droga mexicanos, que eran en realidad fuentes confidenciales que actuaron bajo la dirección de la DEA, con el transporte de una carga de varias toneladas de cocaína a través de Honduras para que los narcóticos pudieran ser importados en los Estados Unidos. A cambio, Lobo iba a recibir un beneficio financiero de una parte de la cocaína”.
