Contrabando de armas de Estados Unidos asedia los puertos de Honduras

Armas fabricadas y embarcadas en Estados Unidos siguen llegando a Honduras camufladas en paquetes de encomiendas. Antes de Navidad, las autoridades policiales y Aduanas ejecutaron a última incautación con la cual sumaron 80 unidades (entre revólveres, pistolas y fusiles) y más de 40,000 municiones en un período de tres años.

Contrabando de armas de Estados Unidos asedia los puertos de Honduras
SAN PEDRO SULA

El comercio libre de armas en Estados Unidos, la falta de controles o permisibilidad en las aduanas de ese país han facilitado que cantidades considerables de pistolas, revólveres, fusiles y municiones lleguen a Honduras de manera clandestina.

Cifras de la Administración Aduanera de Honduras confirman que, a pesar de las denuncias y acuerdos internacionales, armas embarcadas en Estados Unidos han sido decomisadas por las autoridades en puertos aéreos y marítimos, como Puerto Cortés y el Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula.

Entre 2022 y 2024, esa entidad estatal decomisó 80 armas (pistolas, revólveres, escopetas y fusiles), 40,213 municiones y 168 accesorios en diferentes inspecciones practicadas a paquetes enviados como encomiendas desde Estados Unidos.

El 19 de diciembre, antes de la Navidad, diversas agencias policiales y Aduanas incautaron en Puerto Cortés 14 fusiles, 13 pistolas, 1 revólver, 1,588 proyectiles de diferentes calibres y 52 cargadores destinados a grupos criminales.

Una de las armas más letales decomisadas por las autoridades es el AR-15. Este fusil semiautomático, ampliamente popular y comercializado en Estados Unidos, puede adquirirse bajo regulaciones específicas que varían según el estado. Se destaca por su diseño modular, facilidad de uso y personalización, características que lo hacen atractivo tanto para civiles como para coleccionistas.

En Estados Unidos, el AR-15 ha estado implicado en numerosos tiroteos masivos, convirtiéndose en un símbolo controvertido del debate sobre el control de armas. Expertos consultados plantean que el AR-15 con su alta capacidad de fuego, combinada con cargadores de gran capacidad, ha permitido a los perpetradores causar un elevado número de víctimas mortales en incidentes como los de Sandy Hook y Las Vegas. Estos eventos han llevado a sectores de la sociedad estadounidense a cuestionar la venta al público general.

En Honduras, la Ley de Control de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Materiales Relacionados (reformada con el decreto 146-2022) prohíbe los fusiles AK-47, Fal, M21, M16, subametralladoras, AR-15, fusil SKS y armas con municiones calibre 7.62 x 39 mm, así como municiones de calibres 5.56 mm, 5.56 x 45 mm, 5.6 NATO M193, 7.62 x 51 mm, US Ball cartridge y GP 90 - 0.50, entre otros.

Fausto Cálix, director de la Administración Aduanera de Honduras, le explicó a La Prensa que “armas de forma ilegal, vía contrabando, pretenden ingresar al territorio hondureño dentro de la modalidad permanente de encomiendas desde Estados Unidos hacia Honduras”.

“Aquí nos ha tocado toda una labor titánica para estar inspeccionando estas mercancías que pretenden ingresar violando la ley y nuestra obligación obviamente, además del tema de recaudación, es proteger la seguridad nacional: al final todo este armamento no va a dar a una persona común y corriente, sino seguramente a personas que andan delinquiendo. Nosotros siempre hemos mencionado que van al crimen organizado y todas estas acciones las hemos puesto a la orden del Ministerio Público para que realice las investigaciones que corresponda”. dice.

Cálix aclara que desconoce los procesos de seguridad que las aduanas de Estados Unidos siguen en las exportaciones de armas y hace la salvedad que “si fallan (los funcionarios) tendrán que responder seguramente ante sus propias autoridades”.

El Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2013, establece un marco jurídico internacional para regular el comercio de armas convencionales y prevenir su tráfico ilícito con el fin de evitar que sean medios para violar los derechos humanos o contribuir al crimen organizado y al terrorismo.

Honduras es signatario (decreto 140-215) de este Tratado, igual Estados Unidos, pero no lo ha ratificado, condición que lo excluye de asumir responsabilidades y limitaciones de sus exportaciones de armas, municiones y accesorios a cualquier parte del mundo.

En una entrevista con La Prensa, el salvadoreño Ricardo Sosa, experto en seguridad y criminología, dijo que “Estados Unidos no está interesado en formar parte de tratados y regulaciones porque es el mayor productor y vendedor de armas de la región y del mundo”.

“Para Estados Unidos, la industria de las armas es importante por ser una de las mayores generadoras de impuestos. Sin embargo, Estados Unidos debería tener una responsabilidad social con los países de Centroamérica porque muchas de sus armas llegan al crimen organizado, narcotráfico y trata de personas que afectan directamente a ese país”, argumenta.

Sosa es del criterio que la única opción que tienen los países como Honduras y del resto de Centroamérica, afectados por altos índices de violencia, “es prestar atención a las empresas importadoras de encomiendas” y adoptar “un nuevo arquetipo de seguridad basado en nueva tecnología, como escáneres especiales para detectar armas, modernos detectores de metal, escáneres que son programados para detectar algunas formas específicas de objetos”.

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Juan Carlos Rivera
Juan Carlos Rivera
juan.rivera@laprensa.hn

Licenciado en periodismo (Universidad Nacional Autónoma de Honduras), máster en finanzas (Universidad Tecnológica Centroamericana), máster en dirección empresarial con orientación en gerencia de competencias directivas (Universidad Europea de Madrid). Más de 25 años en periodismo.

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