Sin embargo, el mandatario de Texas, uno de los estados más laxos en la compra de armas, defendió desde el lugar de la tragedia las armas de fuego y consideró que sería “equivocado” obligar a verificar los antecedentes penales de los compradores de armamento.
El gobernador republicano indicó que es “posible” que la opinión pública se esté centrando en “lo equivocado”, en concreto la verificación de antecedentes de armas, ya que, según él, no han sido relevantes a la hora de evitar tiroteos en el pasado.
Según el Distrito Escolar, algunos compañeros del estudiante fueron los que alertaron a las autoridades de la primaria Edward Kemble sobre el arma y las municiones.