En su camino a su morada final fue acompañado por una valla humana que lo despidió entre sonoros aplausos y lágrimas.
El “fiscal de oro” recibió la despedida de un héroe que luchó prácticamente solo contra el crimen organizado.
No había políticos de oficio ni diputados ni gobernantes que en sus discursos se autoproclaman abanderados de la lucha contra el narcotráfico.
Ahí, en el féretro, cargado por sus parientes y amigos, iba el fiscal de la Unidad contra Lavado de Activos de la Fiscalía contra el Crimen Organizado.
Ahí iba Orlan Chávez (52), quien fue asesinado a tiros la noche del jueves pasado en la capital mientras regresaba a su casa en un vehículo sin blindaje y sin medidas de seguridad.
El sepelio fue en Jardines de Paz Suyapa, donde familiares y amigos de Chávez, llenos de dolor, no se cansaron de condenar el cobarde ataque. Se conocía a Orlan Chávez como el “fiscal de oro” por su honestidad y compromiso de trabajo.
Chávez es el tercer fiscal que muere acribillado en el gobierno del presidente Porfirio Lobo, una gestión que ya alcanza un nuevo récord negativo.
Desde 1994, cuando se creó el Ministerio Público, hasta 2010, solo dos fiscales habían sido asesinados.
En apenas tres años y tres meses de gestión de Porfirio Lobo Sosa y Juan Orlando Hernández, ya los archivos policiales dan cuenta de la muerte de tres fiscales.
Los tres casos están impunes porque los agentes de investigación no han logrado capturar sospechosos.
Entre 1994 y 2010 perdieron la vida dos fiscales: Lenín Rodríguez en un enfrentamiento con encapuchados en San Pedro Sula y Pedro García, atacado a balazos por desconocidos en Santa Bárbara.
En los tres años del período de Lobo Sosa han muerto, además de Orlan Chávez, el fiscal Raúl Reyes Carbajal, asesinado en Choloma el 17 de mayo de 2010, y Manuel Díaz, acribillado en Choluteca el 24 de septiembre de 2011.
A todos estos crímenes se debe sumar el del general Julián Arístides Gonzales, en diciembre de 2009, quien fungía como director de Lucha contra el Narcotráfico.
Repudiable crimen
Orlan Chávez fue asesinado la noche del jueves pasado por personas que, a bordo de motocicletas, lo interceptaron cuando se trasladaba en su vehículo en la calle que conduce del estadio Nacional al puente Juan Ramón Molina, según versiones preliminares.
El fiscal fue llevado herido de muerte por miembros del Cuerpo de Bomberos al Hospital Escuela, pero a los pocos minutos perdió la vida.
El adiós
Antes de que el ataúd fuera descendido a la fosa, amistades y parientes de Orlan Chávez exteriorizaron su pesar por la irreparable pérdida y resaltaron el legado del maestro universitario, jurista, hombre de libros e investigador consumado.
Uno de los que tomaron la palabra fue el fiscal del Medio Ambiente, Ismael Ordónez, quien recordó que cuando él sufrió un atentado criminal, Orlan Chávez lo fue a visitar a su lecho de enfermo.
“Me fuiste a ver y me dijiste que lo iba a superar. Yo pensaba que me iba a ir antes que vos y no fue así”, dijo Ordónez, quien resaltó que su fallecido compañero y él son “campesinos superados”.
Seguridad
El fiscal general adjunto Roy Urtecho pidió que el Gobierno presupueste una partida especial para asignarles custodia a los fiscales.
“La orden del día debe ser seguridad para cada fiscal. Si hay 600 fiscales, debe haber 600 guardias para ellos y sus familias”.
“Escuchar el dolor de su familia indigna. ¿Y mañana qué? Otra familia seguirá y por eso hago un llamado a los candidatos, al presidente del Congreso y a las demás autoridades para que creen una verdadera política de seguridad”, acotó Urtecho.
El segundo en la coordinación del Ministerio Público dijo que ya tenía indicios de las causas de la muerte de Orlan Chávez y que por seguridad de la investigación no los mencionaría.
Antes del entierro hubo un culto religioso en la funeraria Nuestra Señora de Suyapa, donde se velaron los restos del fiscal. A ella no se le dio acceso a la prensa.
La familia del fiscal les pidió comprensión a los medios de comunicación para que no grabaran algunas imágenes de los momentos de dolor y llanto durante la vela y entierro.
En el sepelio se leyeron acuerdos de duelo de organizaciones como la Asociación de Fiscales del Ministerio Público, Colegio de Abogados de Honduras, Fiscalía General y la Universidad de San Carlos de Guatemala, donde Orlan Chávez estudió cursos sobre investigación.
El Ministerio Público maneja la hipótesis de que el crimen de Chávez habría sido ordenado desde la zona norte, donde el fiscal dirigió operaciones de incautación de bienes de supuestos capos de la droga.
Un exoperador de justicia estaría ligado al asesinato del fiscal, de acuerdo con las primeras investigaciones.
Despedido por sus amigos
Hubo pocos personajes políticos y funcionarios del Gobierno.
También fue notoria la ausencia de vigilancia policial, aunque las Fuerzas Armadas enviaron un grupo de soldados al entierro.
Pero sí llegaron para darle el último adiós, además de familiares, sus compañeros de trabajo, aquellos que hombro a hombro estuvieron de frente contra el crimen organizado, y otros miembros del Ministerio Público.
Orlan Chávez era un fiscal de carrera que ingresó al Ministerio Público desde que fue fundada la institución en 1994.
Por su gran conocimiento en investigación y legislación sobre bienes de origen ilícito fue asignado como coordinador de la Unidad contra el Lavado de Activos.