El asesinato del Fiscal Especial de Privación de Dominio, Orlan Chávez, generó conmoción e indignación en distintos sectores de la sociedad.
Los restos mortales del profesional del derecho son velados en la funeraria La Auxiliadora de Suyapa en Tegucigalpa. Allegados al fiscal, representantes del ámbito jurídico y político se hicieron presentes para expresar sus muestras de pesar.
Entre quienes se acercaron a la funeraria se encuentra el director de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) Humberto Palacios Moya y la expresidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Vilma Cecilia Morales.
‘Nos han matado al segundo zar antidroga, no podemos seguir permitiendo hechos como este’’. Así reaccionó el fiscal general de la República, Luis Alberto Rubí, tras el asesinato
del fiscal de la Unidad de Lucha Contra el Lavado de Activos, Orlan Arturo Chávez, la noche del jueves en Tegucigalpa.
Rubí reconoció, a su llegada al velorio de Chávez, que no hay capacidad de dar seguridad a todos los fiscales de Honduras. 'Es lamentable lo que está pasando en el país'. Además señaló que se ha logrado identificar a los hechores de los crímenes anteriores contra otros cuatro fiscales y que llegarán hasta las últimas consecuencias en el caso actual.
Manifestó que recibió llamada del presidente, Porfirio Lobo, quien le expresó sus condolencias por el crimen.
Chávez, el tercer fiscal asesinado en Honduras en menos de dos años, contribuyó como profesional a elaborar la Ley de Lavado de Activos.
Fiscales y otros compañeros de trabajo de Chávez en el Ministerio Público lloraban hoy en la institución la muerte de un profesional al que definieron como 'un reconocido defensor de la ley', 'un hombre brillante' o 'el fiscal de oro'.
El asesor del Ministerio Público, Rigoberto Espinal, dijo a periodistas que la muerte de Chávez es una pérdida muy grande para el país y recordó que sus mismos compañeros lo definieron desde hace varios como 'el fiscal de oro' por su alta valía como profesional.
El Gobierno que preside Porfirio Lobo condenó hoy 'rotundamente el vil y cobarde asesinato' contra Chávez y anunció que la Policía 'trabajará y dedicará los recursos necesarios para investigar diligentemente este lamentable hecho con el fin de dar lo más pronto posible con el paradero de sus autores materiales e intelectuales'.
Chávez 'deja un legado en lo que significa luchar contra el crimen organizado y el narcotráfico', añadió la nota de la Casa Presidencial en Tegucigalpa.
El fiscal, quien llevaba unos 20 años trabajando en el Ministerio Público, fue asesinado por desconocidos que se conducían en motocicleta, en las cercanías del Estadio Nacional de Tegucigalpa.
Chávez se conducía sin seguridad, pese a la ola de violencia criminal que sufre el país centroamericano, con una veintena de muertes diarias, y donde en menos de dos años han sido asesinados tres fiscales del Ministerio Público.
El 27 de mayo de 2011 fue asesinado a tiros Raúl Reyes, quien era coordinador de fiscales en Puerto Cortés, en el Caribe; mientras que el 25 de septiembre de 2012 ocurrió lo mismo con el fiscal de Choluteca, sur, Manuel Eduardo Díaz.
Al asesinato de Chávez el jueves, de Díaz en 2012, se suma el del jefe de la Dirección de lucha contra el Narcotráfico, el general Julián Arístides González, el 8 de diciembre de 2009 en Tegucigalpa.
Espinal dijo, además, que los fiscales no cuentan con seguridad personal por varios factores, sobre lo que no precisó detalles y señaló que por eso deberían responder los responsables de ejercer esa actividad.
El Comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, dijo a Efe que el asesinato del fiscal Chávez es 'lamentable' y que es otra señal del riesgo que corren en Honduras quienes se dedican a 'tratar de darle al pueblo hondureño seguridad pública'.
El organismo estatal que preside Custodio, un reconocido defensor de los derechos humanos, principalmente en las últimas tres décadas del siglo pasado, registró entre 2011 y 2012 la muerte violenta de al menos 30 profesionales de las leyes.