17/04/2024
10:31 PM

Carretera San Pedro Sula-Copán, una pesadilla de 106 kilómetros

Tramo que une a Chamelecón con La Entrada, Copán, está destruido.

    San Pedro Sula, Honduras.

    Viajar desde la Capital Industrial a La Entrada, Copán, se ha convertido en una odisea, sobre todo para las personas que no recorren el trayecto tan a menudo.

    Algunos conductores, especialmente los que usan esa carretera cotidianamente, dicen que se han aprendido de memoria los baches que hay, y advierten de la trampa mortal en la que se ha convertido esa vía.

    Son 106 kilómetros donde se experimenta de todo: agujeros pequeños, baches enormes, túmulos sin control y hasta grupos de personas que se dedican a tapar los hoyos pidiendo dinero a cambio a los conductores que pasan por ahí.

    El proyecto de construcción y diseño del tramo carretero Chamelecón-Naco-La Ceibita-La Entrada, Copán, quedó en papel, ya que iba a ser parte del corredor de occidente.

    LEA: Honduras: Baches convierten en trampa mortal vía Tela-El Progreso

    En este momento la realidad es solo una: los conductores tienen que “capearse” los baches y exponer sus vidas porque la carretera está destruida.

    “Cuando la carretera está buena nos tardamos una hora y media o una hora 40 minutos para venir de San Pedro Sula a La Entrada; pero ahorita nos estamos tardando casi dos horas y media y hasta tres horas porque los baches provocan que se formen grandes filas y eso que solo circulan dos dígitos”, dice Victoria Pérez residente en La Entrada, Copán.

    Ella viaja frecuentemente y dice que en La Flecha, Santa Bárbara, hay un bache que cubre casi toda la calle y todos los carros que caen en él dañan sus llantas.

    Son 106 kilómetros los que hay en este tramo y casi el 100% está en mal estado.
    “Es común ver conductores que están en problemas con sus carros por los daños que sufren al caer en esos agujeros” agrega.

    LA PRENSA hizo un recorrido por el tramo, comprobando que urge una reparación inmediata, pues en todo el recorrido hay vehículos quedados porque se les explotaron las llantas o se les arruinaron otras partes del carro.

    El pésimo estado de la carretera ya era significativo, pero desde hace dos meses la situación empeoró por las lluvias.

    “Los agujeros que se han formado son grandes y no vemos que le estén prestando atención a este problema. Durante esta pandemia hasta ambulancias han quedado atoradas en esos baches cuando llueve, y eso no puede seguir ocurriendo”, expresó Tomás Orellana, un comerciante originario de Santa Bárbara.

    Héctor Díaz, gerente de una constructora, asegura que la carretera registra todas las categorías de daños, entre ellas fisuras, deformaciones y desaparición del pavimento capaces de provocar accidentes que pueden desencadenar en la muerte de los que transitan por ahí, “sin mencionar el daño que eso causa a nuestros vehículos y cuerpo con tanto estrés que provoca ver los baches de repente y tratar de esquivarlos”.

    Todos los días hay carros varados porque sus piezas se les daña y nadie se responsabiliza por ellos.
    Al igual que Díaz, la estilista Melissa Mejía manifiesta que hace muchos años llevan sufriendo con esa calle en mal estado.

    “Hay zonas en los que los baches abarcan todo el ancho de la calle y el conductor debe hacer malabares para esquivarlos y salvar su vida. Los carros casi nunca tienen suerte porque siempre terminan ponchados o con la dirección mala, si no es que el golpe es peor y nadie nos paga eso”, subrayó.

    Corredor de occidente

    Debido a la disolución de Coalianza, varios proyectos importantes, entre ellos la construcción y diseño del tramo carretero Chamelecón-Naco-La Ceibita-La Entrada, Copán, se postergaron.
    Hay una licitación adjudicada para este proyecto, y según conoció LA PRENSA se está tratando de llegar a acuerdos para ejecutar la construcción.

    Los pobladores aseguran que ya no aguantan porque con las lluvias la situación ha empeorado
    Leo Castellón, titular de la Superintendencia de la Alianza Público-Privada (SAPP), explicó que hoy es el Consejo Superior de las APP, conformado por cinco Ministerios, el que se encarga de estructurar proyectos de alianzas público-privadas.

    “Ese proyecto de la CA-4 fue adjudicado, pero el contrato nunca se firmó; entonces, la orden de inicio no se dio. Se suponía que lo habían subrogado a Invest-H”, añadió el funcionario.
    Castellón recordó que a inicios de este año estaba programado el arranque de la obra, pero vino la pandemia y todo se retrasó.

    El proyecto

    Desde Chamelecón, pasando por La Acequia, La Fortaleza, San Jorge, Las Brisas, Cofradía y hasta llegar a Naco, el estado de la calle es pésima.

    El diseño de la obra incluye un bulevar de cuatro carriles, que son 24 kilómetros, dos por cada sentido, iniciando en Chamelecón hasta Naco.

    Los pobladores aseguran que ya no aguantan porque con las lluvias la situación ha empeorado.
    Para los 82 kilómetros restantes se diseñó un tramo de dos carriles desde Naco a La Entrada, Copán, pasando por La Ceibita, Quimistán, Azacualpa, La Flecha y Los Tangos. El proyecto comprende la reconstrucción y rehabilitación de aproximadamente 106 kilómetros de la CA-4, reconstrucción y rehabilitación del drenaje mayor y menor de la zona, dar mantenimiento a la vía de aproximadamente 106 kilómetros desde Chamelecón hasta La Entrada, Copán, disminuir los costos de operación vehicular y tiempos de viaje de los usuarios, mejorar el confort y la seguridad del transporte, tanto de personas como de carga.

    Para los conductores es un proyecto soñado y lo ven lejos pese a que hay un proceso de licitación de por medio.

    Expresan que se debe concluir con ese tramo como ocurrió con el de La Entrada a Santa Rosa de Copán.

    Pero en este momento lo urgente es reparar la vía porque ya no se puede transitar por allí y lo único que se observa son personas que se dedican a rellenar los hoyos con tierra para agenciarse algún dinero que conductores agradecidos les dan.

    Los alcaldes de la zona claman por la reparación del tramo tomando en cuenta que se comenzó de nuevo a promover el turismo para reactivar la economía que destruyó la pandemia.