05/03/2025
07:34 PM

Capital extranjero prefiere a Honduras y Nicaragua que a El Salvador

Contrario a los análisis empíricos, las últimas cifras sobre Inversión Extranjera Directa (IED) publicadas por la agencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) indican que 2023, Honduras captó $1,076.4 millones; Nicaragua, $1,230 millones y El Salvador, $760 millones.

San Pedro Sula

Pese a que en los últimos cinco años atrapó la mirada de gran parte del mundo occidental por el disruptivo fenómeno Bukele, El Salvador aún no logra superar a Honduras y Nicaragua en atracción de Inversión Extranjera Directa (IED).

Las últimas cifras sobre IED publicadas este mes por la Agencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) indican que 2023, Honduras captó $1,076.4 millones de IED; Nicaragua, $1,230 millones y El Salvador, $760 millones.

El Salvador, gobernado por Nayib Bukele desde el 1 de junio de 2019, ha ejecutado medidas radicales para reducir la violencia hasta convertirse en un país seguro, adoptó bitcoin (Btc) como moneda de curso legal y ejecutó otras medidas nunca pensadas por los presidentes que gobernaron ese país, como la compra de Btc con dinero público en el mercado internacional de las criptomonedas.

En un intento de atraer empresas de alto nivel, puso en vigencia de junio de 2023 la Ley de Fomento a la Innovación y Manufactura de Tecnología, la cual exonera de impuestos las innovaciones tecnológicas: creación de software, inteligencia artificial y fabricación de hardware). También ha ofrecido pasaportes a profesionales extranjeros altamente calificados.

Honduras tuvo $1.076,4 millones en inversión extranjera en 2023

Sin embargo, El Salvador no logra repuntar y superar a las economías vecinas con mayor similitud. Cifras del Informe de Inversión Mundial 2024, publicado por Unctad, demuestran que Honduras registró un aumento constante en la IED en el último quinquenio: pasó de $498 millones en 2019 a $1,076 millones en 2023.

En contraste, El Salvador, inmerso en el fenómeno Bukele, experimentó en ese mismo período una tendencia inestable, contabilizó una caída notable en 2020 (bajó a $24 millones) y una recuperación parcial en 2023.

En suma, en el período comprendido entre 2019 y 2023, El Salvador totalizó $1,977 millones; Honduras, 3,652 millones y Nicaragua, gobernado por Daniel Ortega (criticado por una serie de abusos a los derechos humanos), se sobrepuso con una cifra de $4,994 millones (supera a la salvadoreña en más de $3,017 millones).

En 2024, Honduras mantiene una trayectoria creciente: en el primer trimestre alcanzó $351 millones, contra $254.8 millones registrados en igual período de 2023. El Consejo Nacional de Inversiones (CNI) estima que en hubo un crecimiento 37.7%.

Puntos de vista opuestos entre hondureños y salvadoreños

Desde el punto de vista de algunos hondureños, El Salvador está innovando y creando condiciones positivas para que se establezcan grandes compañías y citan como ejemplo a la empresa Google que en abril pasado inauguró una oficina en la capital.

A principios de año, el hondureño René Bendaña, quién se postuló a la presidencia de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), utilizó la red social X para promocionar las bondades que ofrece El Salvador y en varias ocasiones anunció que trasladaría a ese país a su empresa fabricante de jugos naturales.

“Mover una empresa no es fácil y rápido, pero sí ya inicié gestiones. Yo ya estoy homologando los temas de registro sanitario, inocuidad, calidad, certificaciones, ya estoy en ese proceso para homologarlos en El Salvador para trasladar parte de la empresa, allá estaría pasando parte de la producción y parte comercial, aquí me voy a quedar con una parte comercial”, dijo Bendaña a Diario La Prensa.

Al ser consultado por qué trasladará parte de sus operaciones a ese país, el empresario respondió con una pregunta: “¿Por iniciativa propia va a ir a poner un negocio a la Rivera Hernández, Satélite o Chamelecón, donde está cooptado por la inseguridad, crimen organizado y por la extorsión? No, verdad. Generalmente uno pone un negocio en una zona segura, en una colonia que garantice flujo de gente, una zona donde haya poder adquisitivo, donde haya más seguridad que el producto se va a vender, se va a ofrecer. Lo mismo sucede con la inversión extranjera, un inversionista no va a poner su dinero en un país donde no le genera la certidumbre de recuperar su inversión y su ganancia y eso es lo que está ofreciendo El Salvador. “Entonces, lo que está exportando El Salvador, más que condiciones técnicas y fiscales, está exportando optimismo y lo que está exportando Honduras es pesimismo. Esa es la gran diferencia. Hay más optimismo para la inversión extranjera para que en El Salvador uno asegure su inversión y sus ganancias. Cuando hay pesimismo, por mucho dinero barato que haya, como los fondos Banprovih, por ejemplo, (...) y mano de obra calidicada barata (...), pero si aún así uno no se siente optimista que su producto no se va a vender, no invierte. Lo que activa la economía es el optimismo y lo que la destruye es el pesimismo, esa es la gran diferencia entre El Salvador y Honduras”, explicó.

Pero el salvadoreño Napoleón Campos, especialista en relaciones internacionales e integración regional, plantea que difícilmente llegará más IED a El Salvador mientras gobierne Bukele que dirige un régimen que quebranta todo el sistema jurídico y no ofrece seguridad a los capitales extranjeros.

Mujeres trabajan en una fábrica de ropa para la exportación en el norte de Honduras.

El Salvador no es un país atractivo “por la inseguridad jurídica, los inversores no se mueven por la fama de nadie, sino por análisis detallados sobre seguridad jurídica , transparencia, rendición de cuentas en sus destinos para invertir. Eso lo pueden leer en cualquier informe de consultoras con servicios a inversionistas”, dijo Campos a Diario La Prensa.

“La designación de bitcoin como moneda de curso legal ha significado más incerteza jurídica. Nadie en su sano juicio ve en bitcoin una moneda de curso legal, sino una ficha de casino con la cual jugar inversiones de riesgo. Además, a las consultoras les queda claro que una cuestión es jugarse una ficha de casino con dinero propio y otra muy distinta es jugar con dinero público”, ejemplifica Campos una de las acciones que causa desconfianza ante inversores extranjeros.

Campos es un crítico de Bukele porque considera que lo hace de manera autoritaria de gobernar, ha domado decisiones que han puesto en riesgo a la economía, como la adopción de bitcoin. Según él, estas acciones generan dudas y inestabilidad en la economía y en el marco jurídico.

La economía salvadoreña tampoco presenta un mayor potencial para los próximos años. El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su informe Perspectivas de la Economía Mundial 2024, A un ritmo constante, pero lento: Resiliencia en un contexto de divergencia, proyecta que el país vecino a penas logrará un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3% (2024), 2.3% (2025) y 2.3% (2029).

Honduras, según las proyecciones del FMI, concluirá 2024 con un PIB de 3.6%, continuará en 2025 con 3.7% y en 2029 alcanzará 3.9%. En los próximos años, Nicaragua tendrá un crecimiento económico constante de 3.5%, una mejor situación que la pronosticada para El Salvador.