26/03/2024
08:45 AM

El 10 de mayo, Juan Orlando Hernández sabrá si Tony declara en su contra

Juan Orlando Hernández conocerá y comparecerá ante el juez Kevin Castel, quien consideró los testimonios de los capos para condenar a cadena perpetua a Tony.

San Pedro Sula, Honduras.

Tras comparecer por medio de una videollamada ante el juez de instrucción del Tribunal Federal del sur de Nueva York, Stewart D. Aaron, el expresidente Juan Orlando Hernández y su defensa se preparan para enfrentar un juicio en el que inclusive podría tener como un testigo en contra a su propio hermano, Juan Antonio Tony Hernández.

Al juicio que podría demorar varios años, la Fiscalía de los Estados Unidos llevará a varios capos de la droga (de diferentes nacionalidades) recluidos en cárceles estadounidenses para que repitan los testimonios que incriminan al exmandatario hondureño.

Hernández, entregado por el Gobierno de Honduras a las 2:15 de la tarde del jueves a los agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA), voló en un avión de esa agencia desde Tegucigalpa hasta Nueva York en un viaje que duró siete horas y media.

Desde su arribo (a las 00H50, 04H50 GMT) , Hernández permanece en la cárcel de White Plains, en Nueva York, desde donde compareció por medio de una vídeo llamada ante Stewart D. Aaron en una breve audiencia en la cual le indicaron que el 10 de mayo a las 11:00 de la mañana deberá comparecer ante otro juez.

Hernández en su arribo a Nueva York, custodiado por policías estadounidenses, el jueves por la noche.

A Hernández le tocará sentarse frente al juez Kevin Castel, quien después de escuchar los testimonios de una docena de personas, la mayoría narcos vinculados al cártel de Sinaloa, determinó, más allá de la duda razonable, que Tony formó parte de una conspiración para introducir droga a Estados Unidos y en consecuencia, en marzo de 2021, lo condenó a cadena perpetúa.

En la audiencia del 10 de mayo, Hernández y sus abogados conocerán las pruebas que presentará la Fiscalía, naturalmente, entre ellas, muchas testificales, es decir, declaraciones de capos extraditados.

El abogado defensor Raymond Colon, que ayer acompañó a Hernández en la audiencia virtual, expresó a Telemundo que están “esperando que el hermano Tony declare contra su hermano”.

“Eso sería algo... estoy preparándome para ese ataque contra el hermano si es eso lo que ellos (la Fiscalía) planean hacer”, dijo.

Según Colon, a Hernández lo respaldan los antecedentes sobre la lucha que mantuvo contra el narcotráfico y que ahora se revierte con “una venganza de esos que han sido extraditados” por el expresidente.

En la audiencia de ayer, el exmandatario, se limitó a decir que conocía los cargos por los que está siendo acusado y que le pueden costar la cadena perpetua.

Raymond Colon, abogado de Juan Orlando Hernández.

Hernández, de 53 años, va a ser acusado de delitos que van desde 2004 a 2022, por los tres cargos siguientes: conspiración para la importación de cocaína, posesión de ametralladoras y armas pesadas y conspiración para la posesión de esas ametralladoras y armas. Estos dos últimos delito pueden merecer la cadena perpetua.

En su primer encuentro con la justicia, Hernández no vestía el uniforme de presidiario, sino una camisa blanca y una chaqueta acolchada azul, la misma ropa con la cual partió la tarde del jueves de Tegucigalpa.

Hernández se mostró tranquilo y muy atento a las explicaciones de su abogado Colon, mientras daba sorbos a una Coca-Cola, sin despegarse de su teléfono en ningún momento.

Aaron le leyó sus derechos (no incriminarse con sus declaraciones, tener un abogado de oficio o de su elección, tener asistencia consular, entre otros), pero no le preguntó en esta primera sesión de instrucción si se declara culpable o inocente.

Al cabo del juicio que tendrá que enfrentar, si el jurado que se constituya cuando empiece el proceso lo hallara culpable de los tres cargos, el mandatario podría ser condenado a tres cadenas perpetuas.

Colon le comunicó al juez que Hernández “por el momento” acepta la detención pero “se reserva el derecho a pedir salir bajo fianza”.

La defensa, de acuerdo con declaraciones ofrecidas a los medios por Colon, analiza las pruebas y sopesa los riesgos de someterse a su cliente a un juicio. Sin embargo, el abogado tiene la intención de que Juan Orlando Hernández se someta al juicio dado que la acusación se basa en testimonios de narcos que buscan negociar.

Manifestación

Mientras Hernández comparecía virtualmente, algunos ciudadanos hondureños habían entrado a la sala de vistas para ver a su expresidente en el circuito de televisión, mientras que un grupo más ruidoso de ellos se concentró en la entrada del tribunal gritando contra él, llamándolo narco y pidiendo que se le castigue con tres cadenas perpetuas.

Algunos portaban carteles con mensajes como “Narco gobierno obliga al pueblo a emigrar”, “Justicia para las víctimas del narcotráfico” o “No hay clemencia para narco-políticos”.

Manifestantes hondureños se expresaron frente a la corte neoyorquina.

Dos hombres vestían uniforme naranja como el de las prisiones y tenían sus manos encadenadas: uno cubría su rostro con la foto del expresidente y el otro con la de su hermano Tony.

“Estamos pidiendo justicia y celebrando la justicia que no hemos podido tener nunca en Honduras”, dijo Lina Perdomo, que se identificó como activista y dirigió la protesta.

Aseguró que los hondureños sienten “satisfacción” por el proceso iniciado por el Gobierno de Estados Unidos y también “esperanzas de que caiga toda la estructura criminal porque él era solo la punta del iceberg”.