Tegucigalpa, Honduras.
Los precios de los combustibles a nivel internacional continúan hacia la baja a precios históricos de 31 dólares el barril; sin embargo, estos costos no se ven reflejados en los bolsillos de los hondureños por el cobro de impuestos establecidos en la fórmula que aplica el Gobierno.
Actualmente, el Gobierno se queda con el 42.3% de cada galón de gasolina súper y un 34.7% de cada galón de diésel que se vende al consumidor final.
A nivel regional, Honduras es de los países donde el galón de combustibles es más caro. Sin estos impuestos, el precio por galón de gasolina súper sería de 43.58 lempiras, el de gasolina regular andaría en 41.54 lempiras por galón y en el caso del diésel rondaría los 36.77 lempiras por galón.
Juan Carlos Rodríguez, presidente de la Coalición Patriótica, expuso una propuesta que va encaminada a que se revise la referencia del precio FOB (Free and Board, o precio en el puerto). Sin embargo, reiteró que los aspectos fundamentales que encarecen los carburantes son “los impuestos que el Gobierno está captando porque están dolarizados, y otro es la devaluación de la moneda”.
Sarahí Silva, representante de la Asociación Hondureña de Distribuidores del Producto del Petróleo (Ahdippe), manifestó que “sabemos cuáles son los factores que inciden en el precio local, uno de ellos son los impuestos con los que se queda el Gobierno, no lo podemos negar, ya que por cada galón de combustible un porcentaje va para el Estado”.
El Gobierno recaudó por concepto de impuestos por combustibles 10,300 millones de lempiras el año pasado, según los reportes de la Dirección Ejecutiva de Ingresos.
A raíz de la baja de los precios de los carburantes en el mercado internacional, diversos sectores piden la revisión de la fórmula de los combustibles.
Además, defensores de la canasta básica exigen que estas mínimas reducciones se vean reflejadas en los precios de los productos.
Los precios de los combustibles a nivel internacional continúan hacia la baja a precios históricos de 31 dólares el barril; sin embargo, estos costos no se ven reflejados en los bolsillos de los hondureños por el cobro de impuestos establecidos en la fórmula que aplica el Gobierno.
Actualmente, el Gobierno se queda con el 42.3% de cada galón de gasolina súper y un 34.7% de cada galón de diésel que se vende al consumidor final.
A nivel regional, Honduras es de los países donde el galón de combustibles es más caro. Sin estos impuestos, el precio por galón de gasolina súper sería de 43.58 lempiras, el de gasolina regular andaría en 41.54 lempiras por galón y en el caso del diésel rondaría los 36.77 lempiras por galón.
Juan Carlos Rodríguez, presidente de la Coalición Patriótica, expuso una propuesta que va encaminada a que se revise la referencia del precio FOB (Free and Board, o precio en el puerto). Sin embargo, reiteró que los aspectos fundamentales que encarecen los carburantes son “los impuestos que el Gobierno está captando porque están dolarizados, y otro es la devaluación de la moneda”.
Sarahí Silva, representante de la Asociación Hondureña de Distribuidores del Producto del Petróleo (Ahdippe), manifestó que “sabemos cuáles son los factores que inciden en el precio local, uno de ellos son los impuestos con los que se queda el Gobierno, no lo podemos negar, ya que por cada galón de combustible un porcentaje va para el Estado”.
El Gobierno recaudó por concepto de impuestos por combustibles 10,300 millones de lempiras el año pasado, según los reportes de la Dirección Ejecutiva de Ingresos.
A raíz de la baja de los precios de los carburantes en el mercado internacional, diversos sectores piden la revisión de la fórmula de los combustibles.
Además, defensores de la canasta básica exigen que estas mínimas reducciones se vean reflejadas en los precios de los productos.
